El Equipo Discamino supera el reto del Mirador de Ézaro y sigue su particular Vuelta

268 metros de altitud, un desnivel de 260 metros, una pendiente media de 14,36%; un último tramo de puerto de hormigón rayado con rampas del 25% de pendiente y, en algunos tramos, casi llegando al 30%. El Mirador de Ézaro ya ha sido uno de los platos fuertes del arranque de la Vuelta 2016 a su vuelta por Galicia y el Equipo Discamino ya lo afrontó con éxito. Añaden, sin lugar a dudas, otra muesca (de prestigio) a su revólver de héroes de la bicicleta. El Sargento Pitillas, líder del equipo, nos contó que esas rampas “son una auténtica animalada porque había veces que dabas pedaladas en la bici adaptada y no te movías”. Si ya a algunos ciclistas del pelotón les costó y, algunos cracks como Contador se quedaron enganchados, estaba claro que el reto es durísimo: “hubo algún momento que nos tuvo que ayudar gente a darnos un empujoncito pero está claro que se hace muy duro”. Eso sí, la recompensa de las vistas no se las quita nadie. Llevan 4 etapas y están con las mismas ganas, saben que les queda mucho y han tomado buena nota de los consejos que le dieron en estos micrófonos Álvaro Pino y Óscar Pereiro: que regulen porque son 3 semanas de Vuelta, 21 etapas, y se les puede hacer muy largo. Pero los ánimos del Discamino Team están por las nubes y la experiencia de la crono de Ourense les ha cargado las pilas. Javier Pitillas nada más completar la etapa entre Viveiro y Lugo, pasó por el tiempo de Vigo Hoy por Hoy.