‘Fiebre del sábado noche’, la música disco llega a la cumbre
Otra banda sonora ocupa uno de los puestos más destacados en la historia musical, con los Bee Gees a la cabeza
Fuenlabrada
Antes de 1977, juntar a los Bee Gees y a John Travolta no significaba mucho. Desde ese año, y desde que la humanidad conoció esta canción, ‘Stayin’ alive’, se convirtieron en la imagen más icónica de la música disco. El cine y la música tenían nuevos héroes, y no era para menos.
‘Fiebre del sábado noche’, la música disco llega a la cumbre
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Imitados hasta la saciedad, los Bee Gees y Travolta, cada uno en su especialidad, fueron los artífices de este ‘Fiebre del sábado noche’, cuya banda sonora es uno de los discos más vendidos de todos los tiempos con 40 millones de copias estimadas. ‘Stayin’ alive’ es la gran canción del álbum, pero no olviden las demás.
Los Bee Gees se deshacían un poco de los falsetes para dejarnos oír su voz, con la que hasta entonces cantaban pero que sacrificaron en pos del estilo disco imperante. ‘How deep is your love’ era una balada perfecta para cualquier película. Literalmente, porque las canciones de Bee Gees para la banda sonora fueron compuestas sin saber si quiera cómo era la cinta. Ocurría también con ‘Night fever’, aunque fuera después la que determinase el título de la película.
Qué sonido más de los 70’, ¿verdad? Qué tendrá esa década que la mayoría de los discos más vendidos de la historia pertenecen a sus años… Seguimos con la banda sonora de ‘Saturday Night Fever’ con ‘More than a woman’, un tema que tenía dos versiones en el disco y la película, aunque aquí nos quedamos con la que interpretaban sus autores, los Bee Gees.
La otra versión, por si les interesa, estaba interpretada por el grupo Tavares, aunque con un ambiente más festivo que le quitaba solemnidad. Claro que ninguna de ellas fue bailada por Travolta, que en el rodaje se movía al ritmo de temas diferentes a los de esta banda sonora. Cerramos ya la cara A con ‘If I can’t have you’, compuesta por los hermanos Gibb pero entregada a la cantante Yvonne Elliman para que la interpretase en el disco.
La canción también fue grabada por sus autores para incluirla después en grandes éxitos, aunque con algo menos de ritmo. En cualquier caso ya hemos pasado a la cara B de este ‘Fiebre del sábado noche’ y lo vamos a hacer con todo un clásico, como la 5º Sinfonía de Beethoven pero en una versión, digamos, ‘electrorejuvenecida’.
Esto no es de los Bee Gees, ¿de acuerdo? Para que les salven de la quema… Es del músico Walter Murphy, incluida después en esta banda sonora. Un disco que en su cara B abandonaba ya a los Bee Gees y apostaba más por instrumentales. Después de la ya mencionada ‘More than a woman’ de Tavares escuchábamos este setentero ‘Manhattan skyline’, cuya línea de bajo y su sección de vientos nos transportan 40 años en el tiempo.
De David Shire era este tema, por cierto. A partir de aquí empezamos con el ritmo bailable con el que podemos coger un peine, unos pantalones campana y ponernos en la piel de Tony Manero. A continuación, ‘Calypso Breakdown’, de Ralph McDonald.
Esta era la novena canción, con la que se cerraba la cara B. Pero nos quedaban otras dos caras, la C y la D. La tercera parte del disco se abría con un tema de inspiración rusa, ‘Night on disco mountain’, otra versión de un clásico. Si antes era Beethoven, ahora era Mussorgsky.
Vamos a ir adelantando reproducciones para volver a recuperar a los Bee Gees en esta tercera parte del álbum, con la canción ‘Jive Talkin’, que no era incluida en el metraje de la película pero sí en la banda sonora.
Y aunque nos dejamos varias cosas en el tintero, el ‘Booggie shoes’, por ejemplo, tenemos que terminar con la canción que de manera casi honorífica cerraba esta banda sonora sublime, que inspiró a algunos de los que después serían grandes estrellas del baile, como reconoció por ejemplo Ángel Corella. Y la encargada de poner el broche fue el ‘Disco Inferno’ de The Trammps, que era publicado unos meses antes. Intenten mantenerse quietos y sin bailar. No creo que lo consigan.