El Hospital General de Villarrobledo reduce su nivel de ruido
El Hospital General de Villarrobledo reduce su nivel de ruido por debajo del índice de evaluación ‘Noise Rating’. Menos de 45 decibelios para las estancias, 30 para los dormitorios y 50 para las zonas comunes son los niveles sonoros registrados en este centro hospitalario

Hospital General de Villarrobledo / Cadena Ser

Albacete
Pensando en el bienestar de los pacientes y de los trabajadores, el Hospital General de Villarrobledo (Albacete), dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha reducido al mínimo el nivel de ruido emitido en sus dependencias. Lo ha logrado gracias a “medidas de control, avances técnicos y a una apuesta decidida” por transformar sus salas y pasillos en espacios silenciosos.
Así lo ha asegurado Félix Javier Rosado, técnico de prevención de riesgos laborales, quien ha subrayado también que el Hospital General de esta localidad albaceteña intenta siempre ser un referente en aquellas iniciativas que persigan mejorar el confort tanto de los pacientes como del personal sanitario.
Para comprobar que los decibelios no superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se utilizan sonómetros estratégicamente colocados en las diferentes áreas del centro hospitalario. Estos instrumentos de medición, que deben ajustarse a las prescripciones establecidas por la norma CEI.651, han registrado que el Hospital de Villarrobledo mantiene unos niveles sonoros ajustados al índice de evaluación ‘Noise Rating’ (NR). Es decir, menos de 45 decibelios para las estancias, 30 para dormitorios y 50 para las zonas comunes.
“Ya es suficientemente estresante ser paciente en un hospital para que encima haya mucho barullo por la noche”. La frase está sacada de un informe, ‘Annals of Internal Medicine’, dirigido por Orfeu Buxton, neurocientífico del Hospital de Brigham. Ese estudio concluye que los niveles de ruido de los hospitales superan los 80 decibelios, que es el sonido que emite una lavadora.
Pero ése no es el caso del Hospital General de Villarrobledo. Gracias a un proyecto liderado por sus profesionales se ha logrado eliminar, en muchos casos, y reducir, en otros, todos aquellos sonidos que podrían perturbar la paz y el descanso de los pacientes.
Guardar el orden en los cambios de turno, evitar las conversaciones en los pasillos o reducir el tono de voz, instalar nuevas ruedas en los carros utilizados para transportar ropa, medicamentos o comida, poner burletes en las puertas, utilizar un calzado adecuado y hablar con discreción por el teléfono móvil son algunas de las medidas y normas básicas que se han puesto en marcha y que han logrado resultados inmediatos.