La fusión afro-flamenca de Songhai brilla en Cartagena
Vitalista y repleta de ritmo la actuación de esta curiosa fusión de músicos malienses y españoles, cuyo resultado es un mestizaje entre los sones africanos y el flamenco
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Lamardemusicas
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Cartagena
La noche del viernes en el festival La Mar de Músicas de Cartagena tuvo en el Parque Torres dos caras diferenciadas: la de la banda inglesa Tindersticks, envuelta en misticismo y quietud; y la vitalista y repleta de ritmo de Songhai, una curiosa fusión de músicos malienses y españoles, cuyo resultado es un mestizaje entre los sones africanos y el flamenco de una de las sagas más prestigiosas de este género, la de los “Habichuela”.
La primera de las actuaciones, estuvo sumida desde el primer momento en tristeza, con una corrección formal exquisita, pero carente de emoción, aunque en el auditorio –que ocupó solo la mitad de su aforo, la entrada más floja hasta ahora en el festival- había varios centenares de incondicionales que supieron apreciar lo mucho bueno, que sin duda, llevaban dentro. Más de hora y media de repertorio que dio paso, pasada la una y media de la madrugada, a una de las actuaciones más sorprendentes y memorables de esta 22ª edición, la de Songhai.
África y España
El peculiar sonido de Songhai solo es posible si como protagonistas tiene músicos permeables a toda clase de influencias, heterodoxos, y rompedores del hielo para abrir nuevos caminos. Fue lo que sucedió en España con la aparición a mediados de los 80 de unos jovencísimos Ketama. Pues bien, la banda que anoche se presentó en Cartagena bebía sin complejos de esa fuente, y es que el elenco brillaban con luz propia las guitarras flamencas de dos miembros de esta saga, la de los “Habichuela”, que fueron parte de unos Ketama que tocaron el cielo en la década de los 90.
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Nos referimos a José Miguel Carmona, y Juan Carmona “el Camborio”, que marcan la pauta en esta formación y sacan a relucir viejos éxitos como “Vente pa´ Madrid”. Y que a lo largo de su carrera han hecho de la fusión con otros estilos uno de sus sellos de identidad: de hecho su disco de 1994 se llamaba “Songhai 2”, como el grupo del que forman parte ahora.
Un total de nueve músicos en el escenario generaban un sonido que tocaba la piel y el alma, con presencias tan relevantes como las de Toumani Diabaté a la Kora (instrumento africano de 20 cuerdas), o la del contrabajo Javier Colina. Complementaba el elenco una sección rítmica con dos percusionistas, uno de ellos también cantaor flamenco de cálida voz, y un trío de coristas-bailarines africanos que convertían el auditorio en una fiesta en sus solos.
Flamenco, coros y danzas africanas, y el sonido personal e irrepetible de una kora convertida en involuntaria protagonista de la noche (se perdió en el aeropuerto y llegó al escenario cuando llevaba el show 10 minutos empezado), hicieron inolvidable la noche del viernes.
Hoy, último día
El festival La Mar de Músicas, que con 22 ediciones a sus espaldas es uno de los pocos de cuantos se celebran en España considerado un referente fuera de nuestras fronteras, ha reservado varios platos fuertes como traca final: esta noche termina con Bob Hund, de Suecia (país invitado en esta ocasión) y el serbio Emir Kustutica acompañado de The No Smoking Orchestra. Será a las once de la noche en el Parque Torres.
Antes, a las 8 de la tarde, en la plaza del Ayuntamiento, actuará Spyrow, de Costa de Marfil, a las 21,30 h. Jay Jay Johanson en el parque de Artillería, y a las dos de la madrugada, Club 8, de Suecia, en el Castillo Árabe.