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Antonio Coronil

‘El juego del verano’

Nos propone nuestro colaborador un juego para este verano netamente algecireño el "Pakemás Go"

El Clásico en las ondas

El Clásico en las ondas

09:47

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Algeciras

Anda la chiquillería, y la que no lo es tanto, como locos con un juego que hace furor y millonarios a sus diseñadores. Los efectos son claros: la mirada clavada en la pantallita del teléfono móvil, la carita trasmutada y la actitud de dejarme que estoy salvando al mundo. Ahora, que ser animalista es lo que mola, en todos y todas han despertado el instinto atávico de la caza. A todos parece que les encantar cobrar piezas, aunque sea al disparo de un botón.

Pues bien, lo que no saben esta legión de cazadores noveles, es que existe una edición, beta por supuesto, del programita en cuestión, sola y exclusivamente para Algeciras. Sólo unos cuantos la conocemos, aunque sufrirla, la sufrimos todos. El juego se llama PAKEMÁS GO, y de entre toda la fauna que lo puebla, destacamos hoy cuatros ejemplares, que a nada que te fijes, seguro que reconoces.

Si nos adentramos por entre los Pulpos y el Peña, llegamos al hábitat natural y estacional de nuestro primer ejemplar. El ORILLITAMAN es fácilmente reconocible por su bañador modelo Fraga en Palomares, oronda barriga y gorrilla de publicidad. Su comportamiento es muy conocido. Desde bien temprano recorren, como las limícolas del Palmones, toda la playa de punta a rabo, o lo que es lo mismo del puente hasta el río. El agua a media pierna, la mirada fija en la flota de la bahía como si un práctico del puerto de tratara y de soslayo, lo que se deja ver cuando la brisa levanta algún pareo de las féminas, que siempre van en grupito, máximo de tres. Y es todo este ejercicio matinal el que les da carta blanca para la cervecita del medio día, el arroz del almuerzo, el cafelito con la partida a media tarde y la barbacoa de la noche. Todo esto agazapado en el chiringuito, oculto entre hordas de bingueras. Si quieres cazarlo, ya sabes, a madrugar.

El Puerto, que no es mucho de dar, regaló a Algeciras y a sus habitantes un vanguardista cantil, para que todos fuésemos alguna vez guarda-muelles. Y es ahí donde la ciudadanía intenta luchar contra esa cosa que, según nos muestran los anuncios, campan a sus anchas por nuestras venas y que sólo un yogurín, en formato chupito, es capaz de mantener a raya.

Así, que si quieres ver a todos tus vecinos de una vez, anda por la ruta del filo del mar, pero eso sí nadie te saludará, pues la concentración en el ejercicio es grande y el ritmo, más regular que legionario, no se puede perder.

El GORDI ANDATUR es reconocible a primera vista, pues va vestido igual que para ir a la Palma a misa de doce, algunos se han visto hasta con pañuelo de cuello, perfumado en igual modo y debidamente equipado en el arte de la simulación, con gafas de sol y gorrillo, que oculten el rostro. Eso sí, calza un híbrido entre los deportivos tenis y los zapatos de vestir, de los que lucía el escaparate de la extinta Crisel. La multinacional francesa del deporte, anda tras ellos.

Pero para los amantes de la sensaciones fuerte, existe en nuestro juego, un ejemplar muy difícil de localizar, huidizo de naturaleza y de carácter indómito, que si se dan todas las confluencias estelares, podrás cazarlo, aunque es tan escurridizo, que sólo lo tendrán unos breves segundos. Hablamos del RESTAURER DESCONSIDERATOR. Su hábitat natural es la plaza Verboom, la Neda o el quita y pon al final de la calle Convento. Su camuflaje es casi perfecto. De negro riguroso, que dan ganas de darles el pésame. Pírcines y tatuajes concurren de forma generosa en su cuerpo. Un peinado imposible y unas formas entre el tú y el usted que desconciertan. Sólo un mandilillo y una PDA harán que reconozcamos a nuestra presa y no la confundamos con el adolescente de la familia de la mesa de al lado. Su caza, como decíamos es dificilísima. Solo la técnica de salir ya de casa con el brazo levantado dará resultado, aunque pocos y breves.

El mercado de abastos es nuestra próxima escena de juego. De entre todos los ejemplares, que diligentes, encontraremos detrás de coloridas frutas y verduras, níveos frutos del mar y alitas de ternera, destacamos a nuestra codiciada pieza. Se trata del VERDURER MAGIC, ríete tú del Tamariz. El desarrollo de esta caza es el más bonito de todos. El jugador posicionado de esta parte del puesto, al otro lado, tras montañas de dibujadas frutas y verduras, comienzas el lance pidiendo un kilito de algo. Da igual de qué, pues siempre entrarán cuatro piezas. La codiciada presa, poseído de una magistral manera de operar, rápidamente y mientras te pide que qué más, introduce las piezas en la bolsa, no sin antes mostrártelas, en un intento de hacer ver que aquí no hay ni trampa ni cartón. El cazador, conocedor de esta ancestral técnica, en ningún momento pierde la vista de la mercancía. Sólo al llegar a casa, comprobarás que de las cuatro piezas, una está pocha, otra empieza a estarlo, una tercera tiene un golpe y la última está dura como el mármol. ¿Quién dice que ya no existen los trileros?

Bueno, esta ha sido la presentación del PAKEMÁS GO, versión estival y algecireña de lo que tiene al medio mundo loco.

Sólo desearles felices vacaciones y si alguien se ha ofendido, que no lo tome a cuenta, que esto es sólo es realidad aumentada.

 
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