Salvó su vida porque le sirvieron tarde la cena
La enfermera zaragozana Mercedes Alcaine se encuentra de vacaciones en Niza desde ayer. Tenía pensado acudir al centro de la ciudad con su amiga, pero terminaron de cenar tarde y decidieron no ir
Heridos son evacuados del lugar en donde un camión chocó contra la multitud durante las celebraciones del Día de la Bastilla en Niza. / OLIVIER ANRIGO (EFE)
Niza
Ha salvado su vida porque le sirvieron tarde la cena. Es el testimonio de una zaragozana que, desde ayer, se encuentra de vacaciones en Niza y que tenía pensado ir al centro de la ciudad al salir del restaurante. Ese fue el lugar del atentado en el que murieron 83 personas que disfrutaban de las fiestas. En estos momentos el miedo de la gente se ha traducido en un silencio absoluto por las calles.
La enfermera del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, Mercedes Alcaine, se encontraba de vacaciones con una amiga en Niza en el momento de la masacre. Por suerte, les sirvieron tarde la cena y decidieron no ir a ver los fuegos artificiales al paseo marítimo, donde se produjo en ese mismo momento el atentado.
Y describía la escena de desesperación cuando "la gente corría de un lado a otro, perdía los zapatos, avandonaba carricoches y otros objetos personales con tal de salvar su vida".
Hoy en Niza el silencio petrifica la ciudad y, según apunta la testigo, "solo se ven caras de tristeza". A pesar de ser enfermera y convivir con el dolor a diario, dice que jamás podrá olvidar la desesperación ante un atentado como este.
