Todos volamos con Vueling
No todo el mundo recuerda la compañía aérea que amargó su viaje de vacaciones, pero todos recuerdan adónde se dirigían, y asocian esa frustración al destino elegido
!['La línea roja' de Matías Vallés (14/07/16)](https://cadenaser.com/resizer/v2/P24J5NB57JOQBNZTEGLDXPZ4X4.jpg?auth=39d4846876e951ffad1f7f8439a79864342340d9cfb43332d39df9d080c72bb3&quality=70&width=736&height=414&smart=true)
'La línea roja' de Matías Vallés (14/07/16)
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Palma de Mallorca
Hacienda no somos todos, pero con Vueling volamos todos. Por desgracia, la citada compañía aérea ha adquirido notoriedad por sus retrasos, por lo que nunca acabamos de llegar a ninguna parte.
Con todos los respetos para la empresa citada, tiene menos marca, y también menos puntualidad, que cualquiera de las islas baleares.
Sin embargo, puede dañarnos irreversiblemente. No todo el mundo recuerda la compañía aérea que amargó su viaje de vacaciones, pero todos recuerdan adónde se dirigían, y asocian esa frustración al destino elegido.
Es decir, los retrasos y cancelaciones de Vueling castigan ma´s la imagen de Balears que las célebres pintadas contra los turistas que viajan en la panza de los aviones de Vueling.
Dado el desafío físico que constituye el acto de volar, las compañías tienden a comportarse como entidades omnipotentes, que efectúan un regalo al pasajero que ha pagado sus buenos euros para ascender a los cielos.
Finalmente, el conseller de Movilidad ha abierto un expediente a la inmovilidad de Vueling. La iniciativa llega con tanto retraso como un avión de la compañía citada, como si Marc Pons hubiera tenido que sufrir una cancelación en sus carnes antes de agilizar la maquinaria burocrática.
En Balears, volar no es una opción, sino la única vía de acceso. Sorprende que una compañía aérea no entienda sin necesidad de sanciones que la puntualidad no es una virtud, sino una obligación.