Darío Campos: “Movilizaremos 11 millones las próximas semanas para salir de la parálisis”
Darío Campos, presidente da Deputación de Lugo (02/07/2016)
09:45
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Lugo
El presidente de la Diputación de Lugo, Darío Campos, "ve difícil" que Manuel Martínez regrese al grupo provincial del PSOE y "ni siquiera" se ha pensado en eso, aunque reconoce que su objetivo pasa por consensuar lo máximo posible.
En relación a la gestión política, los próximos días la Diputación avanzará el pago de 1,4 millones de euros en subvenciones nominativas tras el parón sufrido por la falta de presupuesto. Además, también se ejecutarán otros 4,1 millones en el marco del Plan de Obras y Servicios con los concellos. Junto con otras medidas, la Diputación de Lugo movilizará unos 11 millones de euros durante las próximas semanas.
Tras el cambio de gobierno, Darío Campos señaló que "el equipo no tiene manos derechas, sino que es un equipo que buscará siempre el consenso para tomar medidas". El presidente provincial le restó importancia al abandono del gobierno del BNG, ya que "el anterior ejecutivo ya estaba en minoría" y lo que era necesario era "ponerse a trabajar para los vecinos de la provincia y sacar adelante los presupuestos".
Preguntado por si se puede entender como un fracaso del presidente la salida del BNG, Campos apuntó que "no es un fracaso, porque se estuvo luchando hasta el último minuto para que siguiesen, y aunque le gustaría que continuasen, recordó que se marcan líneas rojas que a veces en una negociación son difíciles de salvar".
Darío Campos negó que el BNG estuviese relegado de las negociaciones con Manuel Martínez y el PP para aprobar el presupuesto. "Más o menos estaban informados, eran conocedores de lo que estaba pasando, y ellos no están de acuerdo solo en un punto. No podemos anteponer eso a los intereses de todos".
Además Campos recordó que el BNG ha aprobado los presupuestos de Foz con el PP "y nadie dijo nada, porque lo entienden como un acto de responsabilidad con los vecinos del concello".
Darío Campos apuntó también que el acuerdo no tiene porque traducirse en una disminución de la crispación política de los plenos provinciales, "porque la política es la política, y cada uno tiene sus tendencias".
