Rick Astley, cómo hemos cambiado
Parece venido directamente de los 80, pero Rick Astley ha regresado ahora con un sonido mucho más delicado y actualizado
Fuenlabrada
¿No les suena de algo? Al principio cuesta, pero esa voz grave tras una cara, todavía, de niño, es la de Rick Astley. A muchos les sonará lejano, a ochentero, pero el inglés acaba de publicar el octavo disco de su carrera que viaja por ambientes más íntimos y soul de lo que nos tenía acostumbrados a finales de los 80. Porque seguro que les suena mucho más esto de ‘Never gonna give you up’.
Rick Astley, cómo hemos cambiado
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Sitúense en 1987 y entenderán en gran parte esta canción. Astley tenía entonces una cara de colegial que combinaba sorprendentemente con una voz profunda y bien afinada que causó estragos en las listas de finales de la década con el disco ‘Whenever you need somebody’. Esos arreglos orquestales y el engolamiento de la voz volvían en el single ‘Together forever’.
El éxito del bueno de Rick fue absolutamente arrollador con este primer disco. Tanto, que jamás ha vuelto a acercarse a tamaña gesta. Pero ha seguido, claro, trabajando. Al año siguiente, 1988, intentaba emular las fórmulas que le habían dado la celebridad, pero temas como ‘She wants to dance with me’ no tenían tanto gancho.
Astley quiso dar un pequeño giro en 1991 tanto a su estilo personal, con el pelo más largo para parecer más maduro, como a su estilo musical, con baladas que querían despegarse un poco de ese aire tan ochentero con sintetizadores festivos. Con otro cambio en la producción, parió el álbum ‘Free’, con singles como la balada ‘Cry for help’.
Y aunque, ya lo escuchan, Astley seguía entonando bien, sus temas no acaban de calar y empezaba a pasar desapercibido. Eso es lo que le ocurrió en 1993 con su siguiente disco, ‘Body & Soul’, casi desconocido en la escena internacional. El punto positivo es que continuaba explorando el soul en el que de hecho había crecido como artista. Un ejemplo: ‘Hopelessly’.
Después de recoger todas las señales de que la industria musical ya no está de su lado, Rick decide establecer el primer parón de su carrera tras seis años. Pero en 2001 volvimos a saber de él, aunque absolutamente renovado: nada de tintes ochenteros ni soul, porque ‘Keep it turned on’ era un disco electrónico en toda regla. Así se presentaba con el single ‘Sleeping’.
No sabemos muy bien el porqué de este cambio, pero desde luego tampoco cuajó. Así que en 2005 volvió al soul con un disco de versiones nuevamente intimistas como esta de ‘Vincent’, de Don McLean, el mismo que hizo el himno ‘American Pie’.
Poco después decidió hacerse a un lado y no molestar a nadie. Casi una década se mantuvo así, aunque entre medias, en 2010, llegó a grabar un disco que al final nunca vio la luz salvo en singles sueltos, como el modernizado ‘Lights out’, con un pequeño toque rockero. Y como era lo último que conocíamos de él hasta ahora, con este tema nos despedimos.