"Nuestros hijos sólo conocían la guerra"

Sevilla

"Treinta años dura ya la guerra en Irak... treinta. Casi no recordamos lo que era vivir en paz. Nuestros hijos no la conocían", relata Wasnaatouza, esforzándose por pronunciar correctamente cada palabra en español. Ella, su marido Faez y sus tres hijos de dieciséis, trece y cinco años, llevan un año refugiados en España. Huyeron de Irak hace quince meses porque estaban amenazados de muerte por ser cristianos.

"La muerte es muy fácil en Irak, especialmente si eres cristiano", cuenta Faez, que asegura que las personas con esta creencia que han sido asesinadas en su país durante la guerra se cuentan por miles. Él estaba amenazado porque el matrimonio se había negado a casar a su hija adolescente con un miliciano y a renegar de su religión. Todos corrían peligro real de muerte. Faes vendió su casa y todo su patrimonio para comprar visados para su familia. Le cobraron veinte mil dólares por cada uno.

Aquí, acogidos por la ONG Accem, están a salvo. Aunque su incertidumbre, con tres hijos y sin trabajo, continúa.