Remangarse y a por ello

Málaga

Miguel Ángel Heredia llega con pantalón vaquero, zapatos negros cómodos, camisa blanca de manga larga desafiando el calor de agosto y gafas de montura oscura.

Es el primer invitado, hasta el momento, sin pulseras, teléfono móvil, apuntes o bolígrafo de casa, aunque sí los ha tenido a su disposición durante la entrevista. Y mejor así, porque el Pilot ha sido su pelota anti estrés particular. Con él ha aliviado nervios y tensión con unas manos que no paran y que en un segundo pasan de sujetar los codos a entrecruzarse.

Se ha emocionado cuando ha escuchado su perfil desde la intimidad de la amistad.

Sonríe. Incluso ante las cuestiones más espinosas esboza una sonrisa antes de levantar las cejas, ponerse serio y responder.

Cuando hace memoria pierde la vista en la mesa mientras busca los recuerdos en una mente sobre la que descansa buena parte de la política malagueña de los últimos años.

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Y, quizás, por ese bagaje conoce los argumentos de corrido por lo que el bolígrafo apenas quedó como elemento decorativo.

Se yergue, cambia las piernas de posición, siempre una de ellas sobre las ruedas de la silla del estudio, abre las manos, gesticula y sentencia con las manos sobre la mesa.

Pese al aire acondicionado, el candidato Heredia no ha parado de subirse las mangas: de remangarse en un imaginado gesto de :”Vamos a ello”.