Roxette, cómo hemos cambiado

Fuenlabrada

Noticia buena: Roxette ha publicado este mes su décimo álbum, ‘Good Karma’, con esta poderosa balada, ‘It just happens’. Noticia mala: en abril el dúo suspendía su gira por la salud de Marie Fredriksson, que desde hace más de una década lucha contra un tumor cerebral y sus consecuencias. Quizás no vuelvan a la carretera, pero celebremos su historia empezando por el principio.

1986. Imagínense los cardados de pelo y las chupas de cuero de este dúo sueco que nacía con fuerza en su país y que sonaba en Europa central. ‘Pearls of Passion’ era el álbum, que incluía temas interesantes como este ‘Neverending Love’. El dúo, vocalmente descompensado, demostraba sin embargo que tenía mucho que aportar a una década de sentimentalismo rock.

Su segundo disco, del 89, fue el que definitivamente les consagró a lo ancho del globo terráqueo. ‘Look Sharp!’ daba con tecla adecuada con canciones desenfadadas como esta ‘The look’, que fue ‘importada’ por un estudiante de intercambio americano. Ese giro del destino hizo que el mundo descubriera otros exitazos como ‘Dressed for success’.

También esta canción llevaba un año publicada antes de que despegase internacionalmente. Pero además de su habilidad para crear temas desenfadados, Roxette demostraba que tenía otra fortaleza: las baladas. No dejen de escuchar ‘Listen to your heart’, pero su gran canción de amor llegaba con la película ‘Pretty Woman’, en cuya banda sonora escuchábamos ‘It must have been love’, que años después tuvo una versión en castellano.

Pero claro, siempre que hay un éxito de estas características, y más si sucede fuera del país de origen, la presión por igualarlo es alta. Ni Fredriksson ni su compañero Gessle se arredraron y parieron una de las grandes canciones del pop-rock de la recién creada década de los 90: ‘Joyride’.

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Es difícil que a alguien no le enganche este tema: estribillo pegadizo, riffs de guitarra reconocibles, silbiditos juguetones… En fin, que ‘Joyride’ llegó a lo más alto de las listas de todo el mundo y encumbró definitivamente a sus autores. El resto de temas del disco no funcionó tan bien como singles, pero el álbum al completo rompió las ventas hasta convertirse en uno de los cien discos más vendidos de la historia. Al año siguiente, el 92, volvían a la carga.

Este ‘How do you do’ era la tarjeta de presentación de ‘Tourism’, su cuarto disco de estudio, que aunque no igualaba las cotas estratosféricas de su predecesor, cosechaba ventas altas. Pero los 90 seguían su curso y el pop rock se quedaba desfasado para dar paso a más decibelios, por lo que en 1994 los suecos metían la directa en el disco ‘Crash! Boom! Bang!’ con canciones que mantenían su sello pero elevaban revoluciones como ‘Sleeping in my car’.

Este es el último gran éxito de Roxette, que desde entonces ha seguido publicando pero que no ha regresado a lo más alto de las listas salvo en su país natal, en Suecia. Hasta 1999 no regresaron con novedades discográficas con ‘Have a Nice Day’, donde elegían la balada ‘Wish I could fly’ como single.

Después de centrarse, demasiado, en baladas nuevas y antiguas, Roxette regresaba en el nuevo milenio con ‘Room Service’, un disco para recuperar su lugar en la escena musical con temas como ‘The centre of the heart’.

Sin embargo, en los últimos cinco lustros la nueva música de Roxette ha pasado casi desapercibida, aunque hemos seguido de cerca el estado de salud de Marie tras su tumor. Aun así, han seguido componiendo grandes temas como el potente ‘She’s got nothing on’, del disco ‘Charm School’, de 2011, con el que acaban con diez años de parón discográfico obligado.

Terminamos este repaso con ‘Travelling’, hasta ahora su último disco, con el que parecían querer volver a la escena aunque fuera con Marie sentada en una silla en los conciertos. Su salud al final le impide incluso salir de gira, pero no ha apagado su buena energía en temas como ‘It’s possible’.