Rioluz se impone en el Provincial de Pinchos con su "Socarrat de Quinoa"
El restaurante situado en la Cúpula del Milenio se impone en su primera participación en el concurso que también reconoció las propuestas de La Cantina, La Garrocha y María

Ganadores del Concurso Provincial de Pinchos / Ayuntamiento de Valladolid

Valladolid
Rioluz Gastronomía, situado en la Cúpula del Milenio ha triunfado en su primera participación en el Concurso Provincial de Pinchos. Su "Socarrat de Quinoa" una base de pan de cristal con socarrat de quinoa con tinta de calamar, rape, aliloli de lima acompañdo por una tempura de de chipirón y ceviche de mejillón, cautivó al jurado de la XVIII edición del certamen.
El segundo premio también estaba lleno de reminiscencias marítimas. El "Picnic Marinero" de La Cantina, una mojama de atún con espárrago blanco de Tudela de Duero y un trampantojo de aceituna con gin tonic estuvo acompañado en el podio por el ganador del Pincho de Cobre, denominado "Vamos a contar mentiras", confeccionado por La Garrocha a partir de una galleta de wasabi con malto, arroz, lima y gengibre.
Por último, el Pincho de Bronce fue a parar al restaurante María por su "7 pecados", un tartar de lubina con manzana verde, lima, hibisco y aceite texturizado de chiles.
En la provincia, el reconocimiento fue para la Sidrería Lur, ubicada en Zaratán que también acudió a productos vinculados allende la costa para su "Comiéndome el mar", una roca de algodón de azúcar con plancton, algas aciduladas, salsa marinera, agua de mar y cebolla marina.

Mario Alejandre
Cuenta lo que pasa en Valladolid y en Castilla y León desde que se incorporó a la SER, en el verano...