Javier Ferrer, exjefe de alcaldía: “No me consta que nadie viera la colección completa antes de firmar el contrato”

Málaga

La segunda sesión de la Comisión de Investigación de Art Natura hace aflorar uno de los aspectos más controvertidos del fiasco del museo fantasma en Tabacalera: el hecho de que nadie del ayuntamiento de Málaga hubiese visto la colección completa de las piedras preciosas que supuestamente iba a exponerse en el centro antes de firmar el contrato con los promotores de la Royal Collections y por el que se les pagó un total de 5,6 millones de euros de dinero público entre 2007 y 2010; y esto a cargo de un canon en el que el 60 por ciento se correspondía con la cesión precisamente de esas joyas. Al menos, eso es lo que ha trascendido de la comparecencia del exjefe de alcaldía, Javier Ferrer, hombre fuerte de Francisco de la Torre en los orígenes del proyecto. Ferrer admite que acompañó al regidor a Valencia en 2005 con el entonces concejal de Cultura Diego Maldonado para reunirse con el promotor de Art Natura, Fulgencio Alcaraz, y su mano derecha, Nela Santana, en un encuentro en el que dice no recordar si se encontraba el exsecretario de Estado Miguel Ángel Cortés considerado el intermediario del proyecto con el ayuntamiento de Málaga. El exjefe de gabinete del alcalde reconoce que en ese encuentro visitaron dos salas expositivas con parte de las piedras preciosas, pero a preguntas del viceportavoz de Ciudadanos, Alejandro Carballo, reconocía que no “le consta” que nadie del ayuntamiento viera la colección completa antes de firmar el contrato, lo cual no ha sido óbice para que Ferrer haya defendido la actuación municipal en este fallido proyecto: “pusimos muy buena fe en un proyecto ilusionante en el que creímos”, argumentó.

Ferrer, cuestionado por la portavoz socialista, María Gámez, revelaba además a las claras que el ayuntamiento planteó al promotor Fulgencio Alcaraz, en una reunión fechada en 2009 con la presencia del exsecretario de Estado Miguel Ángel Cortés, reducir a una quinta parte el museo previsto originariamente en Tabacalera con 20.000 metros cuadrados, lo que suponía eliminar la parte del Museo de la Ciencias de Art Natura (pese a que no se planteó ni modificar el contrato ni rebajar el canon anual de 1,2 millones de euros que se siguió pagando ese año y el siguiente): “Hubo reunión para afinar el proyecto en un espacio de 4.000 metros. (…) Ellos nos estuvieron de acuerdo”, aseguró Ferrer. Pero, ¿por qué tres años antes de la ruptura total entre el ayuntamiento y Art Natura se propuso ya esa reducción del espacio museístico? “Porque no había una buena comunicación entre el señor Alcaraz y la ejecución de las obras”, aseguró Ferrer.

El exjefe de alcaldía, actual gerente del Museo Carmen Thyssen, que ha justificado no recordar numerosas cuestiones del proyecto argumentando el tiempo que ha transcurrido, respaldaba a la parte municipal en otro asunto peliagudo: el retraso en las obras del edificio de Tabacalera, ya que en el pliego de condiciones se recogía que el centro abriría sus puertas en 2008 y sin embargo el edificio para la colección de la gemas no fue entregado a los promotores hasta finales de 2011. Ferrer ha insistido en que el único retraso achacable al ayuntamiento es por las obra de cimentación, y que “las demoras no venían de la parte municipal”, “si no que todos los cambios venían del señor Alcaraz”.

Una comisión en la que también comparecía el exconcejal de Cultura, Damían Caneda, mientras que el exsecretario de Estado Miguel Ángel Cortés decidía no acudir y enviaba una carta notarial defendido su relación con el proyecto.