La ampliación de capital del Popular, y el Pastor
A Coruña
Ya está en marcha desde el pasado sábado la ampliación de capital por 2.500 millones anunciada por el Banco Popular. Una iniciativa del Banco propietario del Pastor explicada como un intento de acelerar las ventas de sus activos inmobiliarios tóxicos y preservar el dividendo. Iniciativa que ha producido un desplome de su valor en bolsa, de más del 25 por ciento el jueves y el viernes por un ocho por ciento más. Los activos inmobiliarios tóxicos, o sea los créditos por pisos y casas que la gente no puede pagar o las promociones inmobiliarias que nadie va a comprar, cifrados hasta en 14 mil millones de euros según los sindicatos, están en el origen del problema. O sea la catastrófica gestión impulsada por la codicia que embargó a nuestros egregios gestores financieros durante unos años con un empacho que seguimos pagando. Explican los representantes sindicales que no siquiera un porcentaje importante de la mora se refiere a Galicia si no a las aventuras del Popular en el sector inmobiliario y a la mochila del Pastor en esta línea en promociones en Madrid o Levante. Y de nuevo nos encontramos con entidades, el Pastor en este caso, que se han aprovechado del buen hacer de una clientela fiel y de fiar para emprender aventuras que no han afectado a sus gestores pero sí al territorio a quien debían dar servicio.
El Banco de la confianza, Mary Poppins.