La felicidad en diez pasos
A Coruña
Hace un par de días leí en Internet, ese lugar donde nunca se pierde el tiempo, una lista de “Las diez cosas que podemos hacer para ser muy felices”. Y como a mi lo que me hace feliz es frivolizar sobre cosas, repasemos estos diez consejos.
El primero es: Haz ejercicio, aunque sea durante 7 minutos. Miren, hacer ejercicio causa agujetas, las agujetas duelen y el dolor no es felicidad.
El segundo: Duerme más, serás menos susceptible ante las emociones negativas. Hombre, ya, si estás dormido la mayor parte del día no te enteras de nada, ni de emociones negativas ni de emociones positivas ni de discursos presidenciales ni nada.
El tercero: Pasa más tiempo con la familia. Yo prefiero tener a mi familia en un grupo de whatsapp por si me canso, poder silenciarlos a todos de golpe.
El cuarto: Sal a la calle con frecuencia. Sí, vale, pero ¿para qué? Para pasear, para robar un banco, para manifestarme delante de un banco que me roba?
El quinto: Ayuda a los demás. Este es perfecto, fantástico, así que si quieren ayudar a los demás, ayudenme, que yo me dejo.
El sexto: Sonríe. Bueno, cuidado con este. Sonreir está bien, pero no todo el rato. Que tu vas por la calle sonriendo y la gente se piensa que eres imbécil. Sonrían cuando algo merezca la pena, como por ejemplo, una comentario jocoso de un cómico zurdo que hable por la radio.
El séptimo: Planea un viaje, aunque no vayas a hacerlo. ¿Perdona? Claro, como soñar es gratis. Pero por favor, planear un viaje y luego no hacerlo es algo malísimo, porque primero te pones a ti mismo la miel en los labios y luego te llevas un chasco de tres pares de narices porque no puedes permitírtelo. Yo les doy un consejo mejor: viajen, pero cerca. Que a pocos kilómetros de donde están seguro que hay cosas maravillosas.
El octavo: Medita. Bueno, yo medito bastante y acabo trastocao de la cabeza. Mala idea.
El noveno: Múdate cerca del trabajo. Y yo añado: a no ser que trabajes en un polígono industrial o en el congreso de los diputados. En ambos sitios huele fatal.
Y el décimo: Practica la gratitud. Mira, este me gusta, así que voy a empezar ahora mismo. A todos ustedes, queridos oyentes, gracias por escuchar. Sean felices como ustedes saben, haciendo lo que quieren, que el resto son paparruchas. Qué duda cabe.
