Cortes (de Aragón) de 'alto voltaje'
Echenique y Lambán han protagonizado un duro enfrentamiento en el parlamento aragonés a cuenta de la lucha contra la corrupción y la ética. El nombre del consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona, ha salido a la palestra
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Joaquín Olona, consejero de Desarrollo Rural / Pepe Lasmarías
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Zaragoza
En el pleno de las Cortes de Aragón, se esperaba que el debate de la corrupción elevara la tensión con la pregunta de Pablo Echenique a Javier Lambán, y así ha ocurrido.
Empezaba el líder de Podemos: "¿Cuáles son los motivos, señor Lambán, por los que permite que existan en su gobierno zonas opacas en la lucha contra la corrupción?" Y le respondía Lambán que "no hay zonas opacas; otra cosa es su estrategia electoral". Debate intenso, en el que Lambán ha sido duro con Podemos, a los que les ha dicho que ellos "no les van a dar lecciones de ética".
Pablo Echenique ha dicho que el gobierno aragonés ha provocado situaciones poco transparentes de ética dudosa. Se ha referido a la gestión de Sarga y ha sacado el nombre del consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona, al que "se le olvidó escribir en el registro mercantil que había vendido sus empresas justo antes de ser nombrado consejero". Para Echenique, es "una clara falta de diligencia como mínimo" y "luego no se dio cuenta de que su propio departamento había contratado con las empresas de su familia, hasta hace poco suyas".
Javier Lambán ha reconocido que el consejero tenía que haber informado al gobierno de que su antigua empresa tenía contratos con la DGA, pero criticaba que "de ahí a someterlo durante una semana al escarnio ante la opinión pública va un trecho". Por eso, "le pido que no hagan política a costa del buen nombre de las personas, que para eso ya estaba Manos Limpias".
Y remarcaba que "no dejen víctimas inocentes por el camino, como hacen cada vez que llegan unas elecciones", ya que "eso no es limpiar la política, es ensuciarla".
Sin embargo, Echenique desconfiaba de la actuación del consejero, creaba la sombra de duda y Lambán, sin citarlo, hacía sobrevolar los nombres de Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón y las relaciones de Podemos con Venezuela, aunque, al final, intentaba mandar un mensaje conciliador a Echenique, pero sin rebajar la tensión.
El presidente aragonés reconocía que "este gobierno existe gracias a su apoyo, a su voto, pero les pido que estén a la altura de lo que realmente son y no se rebajen a ustedes mismos". Y apostillaba: "hay quien para hacer política necesita desahucios, indignación o corrupción; y si no la hay, se la inventan".