El juego de pregunta-respuesta entre políticos y periodistas
En algunas ocasiones las declaraciones políticas son tan frías e inquietantes que producen un profundo escalofrio
La Columna de Carlos Arcaya | El juego de pregunta-respuesta entre políticos y periodistas | 17/05/2016
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Alicante
Normalmente, el juego de pregunta-respuesta entre políticos y periodistas -siempre que se prestan a ello y no comparecen plasmados- es, hasta cierto punto, divertido o previsible.
Si les preguntas por lo suyo son calmados, prudentes, conciliadores, mientras piden paciencia. Venga chicos, ese puente lo cruzaremos cuando toque. Ahora bien, cuando se les interroga por el rival, se trasmutan. Algo salvaje en su interior no puede contenerse y ves como sacan primero esa frase demoledora que cruza, puentes, campos y que retuerce las cosas hasta llegar al año 36 y, a renglón seguido, se convierten en sinceros consejeros que ofrecen cheques en blanco.
Pero en algunas ocasiones las declaraciones políticas son tan frías e inquietantes que producen un profundo escalofrio que no es atenuado por la distancia física que nos separa de Valencia y que nos aleja aún más de dos personajes tan turbadores como Cotino o Camps.