Mir repetirá equipo titular en otra final del conjunto blanquiazul
Mariano mejora de sus problemas físicos y salvo contratiempo entrará en la convocatoria
Miñano durante el partido de ida frente a L'Hospitalet / Hércules CF
Alicante
Reza una máxima del fútbol que lo que funciona es mejor no tocarlo. Las rotaciones y las bajas le han restado importancia, pero a ella se agarra esta semana Vicente Mir para afrontar la enésima final del Hércules. En realidad pocos cambios se podía plantear el técnico. La baja de Yeray y la ya casi eterna de Rafita permiten al entrenador confiar de nuevo en Vivi y Álvaro. El primero por ser relevo natural, el segundo se lo ha ganado por rendimiento.
El caso es que si no hay contratiempos, los que ganaron al Espanyol B buscarán una nueva victoria de alto valor, dado que los rivales tienen partidos complicados y situaciones todavía más complicadas. Los jugadores del Lleida denuncian impagos justo en el momento más importante de la temporada mientras que el Reus rinde visita al Eldense, capaz de lo mejor y lo peor. Además, Cornellà y Villarreal B se miden entre ellos.
La victoria, pues, puede dar un empujón importante a los blanquiazules en la clasificación ante un rival que puede sellar la permanencia pero que no se juega la vida. Nunca se sabe si la presión, por falta o exceso, puede ser decisiva. En este caso la hay pero no como para ahogar.
Además, el césped artificial del estadio catalán no es de calidad pero las dimensiones del campo permiten jugar al fútbol, algo que ambos conjuntos buscan por su ADN como equipo. Buenas noticias para un equipo que ha mostrado solvencia como visitante.
Por primera vez en mucho tiempo, Vicente Mir, tendrá que descartar a un futbolista profesional. Algo que esperaba desde hace mucho tiempo el preparador blanquiazul.
El Hércules, en definitiva, se juega tres puntos que pueden valer mucho más. Por lo que hagan los rivales y por el subidón de confianza para un equipo que, a tres jornadas del final, se ve capaz de pelear por cotas impensables hace apenas unas semanas. Un tropiezo, en cambio, traerá de nuevo las dudas. El fútbol es así.
