Las leyendas de la Plata
La Avenida de la Plata de Valencia, pese a ser una vía relativamente moderna, tiene un topónimo de origen, podríamos decir, algo confuso
Valencia
Así como en otras ocasiones se da como válida una teoría de origen popular y aceptada por la mayoría, la Plata sigue dando para muchas leyendas y fabulaciones.
Y es que, el topónimo en cuestión, reúne ciertos requisitos que hacen de él el blanco perfecto para el anecdotario histórico popular: primero, el nombre de la Plata, como el de muchas otras calles de los barrios periféricos, es de origen vulgar, y por lo tanto, carecemos de cualquier explicación oficial al respecto. Segundo, al tratarse de un nombre tan común, cualquier teoría sobre el metal precioso y los territorios de ultramar es siempre bien acogida. Y tercero, otros topónimos urbanos del barrio que podrían poner un poco de luz al respecto se perdieron con la apertura de la misma avenida.
Estos condicionantes nos llevan a la aparición de diversas teorías acerca del origen del topónimo “la Plata”, todas ellas basadas en historias y anécdotas recogidas a pie de barrio y por lo tanto todas igual de volubles y válidas. A continuación resumiremos tres de los supuestos mejor contrastados:
CARLES RECIO Y LA SEÑORA DE LA PLATA
La primera de las teorías hace referencia a una tal Herminia Belloch, conocida como “la Señora de la Plata” y fue descrita por Carles Recio en su página semanal del Levante-EMV hace unos cuantos meses. Según el erudito valenciano, el topónimo de la plata vendría provocado por la casa de préstamos y compra-venta de joyas y plata que la susodicha Herminia regentaba en una alquería de la Font de En Corts. Así, el sobrenombre de “Señora de la Plata” dio origen a toda una serie de topónimos derivados: Primero su alquería fue conocida como “Casa de la Plata” y posteriormente la entrada y la calle donde se situaban también adoptaron el topónimo, hasta acabar por dar nombre a toda la avenida.
Recio sitúa la “Casa de la Plata” en las huertas que entonces enfrentaban al cuartel de Zapadores. Pero la realidad es que, según el plano catastral de 1944, la avenida de la Plata, que empezó a ser rotulada por entonces, era un pequeño tramo de calle adyacente a la Carrera de la Font de Sant Lluis y pegada a los muros del incipiente Colegio de los Salesianos. No sabemos qué recorrido tuvo el topónimo para acabar a un centenar de metros de donde se sitúa en un principio la casa de la afamada prestamista, incluso cuando todavía no se sabía que la futura avenida iba a ser un eje importante en el plan de ordenación de 1946. El caso es que, sea como fuere, la fama de la señora y su negocio han acabado dando nombre ha todo un barrio.
LOS DESCUBRIDORES DE LA PLATA
La siguiente teoría sobre el origen del topónimo urbano de “La Plata”, sostiene su vinculación con el metal precioso y más en concreto con el que vino de Sudamérica a llenar las arcas del Reino de España. Por lo tanto, al igual que el sustantivo Plata ha dado nombre a infinidad de topónimos relacionados con este metal y su relación con el descubrimiento de América, entre ellos los más conocidos: Una vía, una ruta, un rio o una ciudad, aquí en Valencia rotula una avenida que, a priori, nos querría recordar todos estos hechos asociados a dicho metal.
Esta lectura del origen del topónimo se sostiene también por la aparición, en el mismo instante que la rotulación de la Avenida de la Plata, de otros tres topónimos urbanos de tres descubridores, como fueron Magallanes, Nuñez de Balboa y Elcano. Estas tres calles, ya desaparecidas, junto a la avenida de la Plata, formaban un pequeño barrio situado entre la Carrera de Sant Lluis al oeste, el colegio de los Salesianos al sur, la vía del ferrocarril Jesús-Nazaret al norte y la huerta de en Corts al este. Por tanto, esta teoría del metal precioso y su vinculación con el descubrimiento de América quedaría más reforzada si cabe, ya que podría tratarse, como ocurre en otros rincones de la ciudad, de un ejemplo de toponimia temática. La paradoja es que, la plata que ayudaron a traer estos tres descubridores gracias a la apertura de nuevas rutas marítimas y que a posteriori dio nombre a una avenida, ha sido la misma que se los llevo por delante en esta Capital del Turia. Y es que, la apertura definitiva de la avenida de la Plata, allá por el final de la década de los 80, arrasó con parte de este barrio y borró del plano a Magallanes, Elcano y Nuñez de Balboa, que ya no volverían a nuestro nomenclátor callejero nunca más.
LAS MISIONES SALESIANAS
La colocación, en 1940, de la primera piedra del colegio San Juan Bosco y la aparición de la avenida de la Plata, son casi coincidentes en el tiempo y en el espacio, por lo menos cartográficamente hablando. Este hecho, unido a la gran repercusión social que tuvo la llegada de la institución Salesiana y sus instalaciones al barrio, han dado pie a la última de las teorías, que afirma que la avenida de la Plata recibió este nombre en honor a Argentina, la Ciudad del Plata y a todas las misiones Salesianas que se llevaron a cabo en este país sudamericano, ya que fue el primero, fuera de Europa, que recibió misioneros de esta orden.
Es cierto que el influjo Salesiano pudo influir en el nomenclátor del barrio, sin duda. O tal vez, la señora de la Plata, los descubridores y los salesianos, formen un totum revolutum de historias conectadas entre sí. Pero, aunque la realidad acerca del porqué de la avenida de la Plata nunca la sabremos a ciencia cierta, no me negaran que, gracias a la sabiduría y el anecdotario popular, hemos sido capaces de reconstruir, a grandes trazos, la historia de un rincón de nuestra ciudad al que ya no miraremos de la misma manera.
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