El interés general no es prioritario
La Firma de Isidoro Fernández Navas
El interés general no es prioritario
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Palencia
En los años 1977 y 78 una serie de políticos de todos los colores, fueron capaces de transformar la dictadura en una democracia moderna. A base de mucho diálogo, adoptaron acuerdos que ha hecho que se les recuerde por lo que hicieron en esos momentos tan difíciles.
Hoy, con otros políticos, no podemos decir lo mismo. Son incapaces de llegar a acuerdos, y algunos de ellos están radicalmente en contra de iniciar el diálogo. Les recordaremos por lo que no han hecho.
Los ciudadanos elegimos a los que nos deben representar y estos tienen que gestionar nuestros intereses, trabajando sin descanso, administrando los recursos públicos con rigor y prudencia, y principalmente, poniendo siempre por delante de todo, el interés general.
Las dificultades para formar Gobierno ponen de manifiesto que la prioridad de algunos políticos no son los ciudadanos y sí su proyección política futura.
Todos los líderes políticos y sus partidos, nos están mostrando un espectáculo bochornoso, y vemos con tristeza la falta de respeto entre ellos mismos y hacia los ciudadanos, la poca sensibilidad con los problemas de todos españoles, y en definitiva, la obsesión por defender el interés de su partido, y por encima de todo, el suyo personal.
Este comportamiento tan alejado del interés general, puede ir distanciando cada vez más a los ciudadanos de sus representantes y eso es letal para el sistema democrático.
Otra actitud de muchos políticos, alejada del interés general, es la obsesión por el gasto. Hace unos días hemos conocido los datos del déficit del 2015 en las distintas administraciones, y un año más, se han incumplido los objetivos que España tenía como miembro de la Unión Europea.
De poco sirve la crítica del Ministro a las Comunidades Autónomas o las justificaciones de éstas. La realidad es, que han gastado en la relación a los ingresos reales, más de lo que debieron.
Para que todos podamos entenderlo mejor y poniendo como ejemplo a una familia, gastar cada año más de lo que se ingresa y de forma reiterada durante muchos años, incrementa la deuda y nos puede llevar a la quiebra.
Cuando escucho a “líderes populistas” prometer más gasto me, pongo a temblar. Comprendo que para algunas personas, puede ser una música agradable, pero el perjuicio es muy alto y ya tenemos experiencia.
Yo creo que se puede y se debe reducir el gasto público. En Sanidad, Educación y Pensiones, por ejemplo, quizá deba gestionarse mejor, pero no se debe recortar nada, en el resto, que nos pregunten.
No ponerse de acuerdo para representar y gestionar nuestros intereses, y gastar más de lo que se debe, son dos ejemplos claros, de que el interés general no es prioritario para nuestros líderes políticos. Es una pena y así lo percibo yo.