Redes sociales: un testamento abierto
Cuando fallecemos, lo que escribimos en las redes sociales se convierte en un testamento abierto que ahí dejamos
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La Columna de Carlos Arcaya | Redes sociales: un testamento abierto | 18/04/2016
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Alicante
Los tiempos modernos han provocado que, cuando fallecemos, lo que escribimos en las redes sociales se convierta en un testamento abierto que ahí dejamos.
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La Columna de Carlos Arcaya / Cadena SER
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La Columna de Carlos Arcaya / Cadena SER
En la mayoría de los casos la cosa no tiene más importancia que dejar patente hasta donde llega nuestro exhibicionismo o nuestra necesidad o capacidad de comunicarnos.
Pero en determinadas ocasiones, como en el de la mujer asesinada la pasada semana en Benidorm a manos de su compañero sentimental, ese repaso que en Facebook cualquiera puede hacer a una vida rota -a sus sentimientos; a su relación con quien primero amaba y ahora le ha quitado la vida- se convierte en una tragicomedia real, cruel y brutal para cualquier curioso o incluso, desaprensivo.
Se pierde la intimidad, que queda al albur del escrutinio que cualquiera pueda hacer y eso, a mi juicio, es terrible.
También en las redes hay que proteger a las víctimas.