El gobierno de Santiago legaliza la curtiduría de Ponte Sarela
La modificación de la Ley del Suelo permite eludir la decisión del Tribunal Supremo de derribar el 65 % de la obra
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Construccións Otero Pombo S.A.
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Santiago de Compostela
El gobierno de Santiago legaliza el proyecto de rehabilitación y ampliación de la curtiduría de Ponte Sarela, tras casi una década de conflicto judicial. El acuerdo alcanzado en Xunta de Goberno se basa en la modificación de la Ley del Suelo aprobada recientemente en el Parlamento de Galicia.
El promotor, José Otero Pombo, teme que los problemas no terminen aquí, pues se trata del tercer intento de legalizar la obra. El proyecto comenzó en el año 2000, con la licencia municipal en regla y los informes favorables de la Dirección Xeral de Urbanismo y de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta, pero la denuncia de un particular desencadenó en un largo proceso judicial de 9 años. El Tribunal Supremo ratificó, el pasado mes de enero, los anteriores fallos del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, obligando a derribar un 65 % del complejo, al entender que se había excedido el volumen de edificación. Otero Pombo dice que sería un "iluso" si pensase que con la decisión de la Xunta de Goberno acaba este suplicio. El propio concelleiro Jorge Duarte le admitió que es posible que la denunciante vuelva a acudir a la justicia, lo que supondría otros dos años de trámite y dos más de recurso.
Para el promotor, el problema es que la última palabra no la tienen los técnicos, sino un juez sin conocimientos de urbanismo. El diseño contó en su momento con todos los avales administrativos e incluso resultó premiado en la Bienal de Arquitectura de Venecia. Otero culpa de esta situación a una normativa de rehabilitación que varía según la zona y que está condicionada por el territorio. Denuncia una doble vara de medir.
Según el alcalde, Martiño Noriega, la nueva normativa cambia el trato legislativo que se le daba a las actuaciones sobre edificaciones de carácter tradicional, lo que permitirá no tener que ejecutar la sentencia del Tribunal Supremo.
El objetivo de Ponte Sarela era reproducir la fábrica original y crear allí un Museo de los Oficios y un hotel en plena naturaleza. Su promotor cree que dignificaba una zona que entonces estaba en la ruína. Asegura que detrás de todo estaba su intención como compostelano de recuperar parte de la memoria histórica de la ciudad.