¿Y después del Pacto del Agua del 92, qué?
Regantes y ecologistas no se ponen de acuerdo sobre si ese pacto sigue siendo válido
El río, a su paso de Gallur, en una de las últimas crecidas / Isabel Sauco
Zaragoza
Superado por la realidad, para la Fundación Ecología y Desarrollo . Vigente, aunque necesitado de puesta al día, para los regantes. El Pacto del Agua ha vuelto a la actualidad esta semana, tras la votación en el Congreso de una propuesta de ERC pidiendo más agua para el Delta del Ebro.
El pacto del agua, firmado en Aragón en el 92, ya fue revisado y algunas de sus grandes obras abandonadas o modificadas. Aun así, de nuevo, es un documento obsoleto para Cristina Monge, de la Fundacion ECODES, que subraya que "los conflictos sociales que estaban pendientes entonces siguen estándolo, que la directiva marco europea establece unos criterios nuevos para la gestión del agua y que el escenario político también es distinto".
Sin embargo, José Manuel Penella, de UAGA cree en su vigencia, aunque reconoce que algunos aspectos como Santaliestra o Yesa necesitan una puesta al día. Con todo, Penella defiende la conclusión de los grandes planes de regadío, en Bardenas, Canal de Aragón y Cataluña o riegos del Alto Aragón y cree que el futuro pasa por la planificación de regadíos sociales.
