‘Los papeles de Panamá’
Firma Estanislao Ramírez 'Papeles de Panamá'
02:06
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Algeciras
Estimado colega:
Gracias a un buen número de compañeros nuestros que trabajan por sacar a la luz lo que otros quieren guardar en secreto, hemos sabido que en Panamá se acumulan miles de cuentas bancarias de gentes de otros países.
Entre ellos numerosos españoles como la ciudadana Pilar de Borbón, hermana y tía respectivamente de los ciudadanos Juan Carlos y Felipe, que en su día se definió como una modesta ama de casa, circunstancia personal que supongo que la llevó a guardar sus pequeños ahorros en un país considerado entonces paraíso fiscal.
O como el Director de cine Pedro Almodovar que a sus conocidas películas suma su campaña como artista de la ceja y supongo que esa actitud progresista fue la que le impulsó a trabajar financieramente en tierras panameñas.
Y otros muchos más o menos conocidos que se pueden sumar a la enorme lista de quienes trabajan con bancos en lugares curiosos como Suiza, Andorra o Gibraltar….
Lo más llamativo es que todos afirman que cumplen fiscalmente en España y que no hacen nada que sea ilegal y eso me lleva a preguntarme cuales eran las ventajas de tener el dinero por ahí, y no en nuestro país o en estados que no sean sospechosos de opacidad bancaria.
Claro que en esta ocasión no son sólo los españoles los que salen en los papeles.
Hay muchos más nombres en los más de 11 millones de documentos filtrados, que recogen datos de 214.488 sociedades pantalla que no pagan determinados impuestos, vinculadas a personas de más de 200 países, entre ellas casi dos mil en España.
Un verdadero escándalo que me temo que el tiempo tapará y quedará olvidado o lo suficientemente apaciguado como para que no ocurra nada.
Bueno nada no, al menos hay un lugar en el que los ciudadanos han saltado como un resorte.
En Reikiavik, la capital de Islandia, al día siguiente de saber que su Primer Ministro salía en los papeles, miles de personas se tiraron a la calle exigiendo que se fuera y lo han conseguido.
En Islandia la gente con su indignación, ha logrado que dimitir no sea un nombre ruso. Aquí todavía no.