"Sientes impotencia y pienso que Europa no hace lo suficiente"
La periodista de la Cadena SER Aragón, Camino Ibarz, ha estado cuatro días en el campo de refugiados de Idomeni, entre Grecia y Macedonia. Recuerda que el 70% de las 13 mil personas que se calcula están allí son mujeres y niños
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Una madre siria asea a uno de sus hijos en el campo de refugiados de Idomeni / CAMINO IBARZ
![Una madre siria asea a uno de sus hijos en el campo de refugiados de Idomeni](https://cadenaser.com/resizer/v2/HAXUQZNC5JOBFML4SI7CHWQUDY.jpg?auth=bf8c30abb7657842d6c32503b246dd3a9cc4d3565478c6960ddb5c2e3096eb12)
Zaragoza
"Esta mañana he tenido en brazos a un niño de diez días, es un europeo de una familia siria, porque ha nacido aquí". Es el testimonio de la periodista aragonesa y compañera de esta casa, Camino Ibarz, que lleva cuatro días en el campo de refugiados de Idomeni y que lo está viviendo todo "con una sensación de incredulidad y de impotencia, y con la sensación de que no se hace lo suficiente, porque lo que está pasando ocurre a dos horas de avión de mi casa"
Hasta Idomeni el MPDL ha llevado este fin de semana más de 20 toneladas de material, sobre todo calzado, ropa y comida, recogido por un grupo de personas en Zaragoza. Camino explica que del campamento le impacta la actitud de los niños: " constantemente están riendo y jugando con cualquier cosa como un palo o un plástico, pero creo que están creciendo demasiado rápido, porque se están perdiendo parte de su infancia, aunque son muy cariñosos y te piden besos y abrazos". Pero Camino recuerda que la situación no es normal, porque "estos niños no están yendo al colegio, de hecho, muchos niños nacieron ya durante la guerra y nunca han ido a la escuela"
Sin esperanza
Camino explica que "no falta comida, pero si les falta esperanza, porque no tienen información, no saben que va a ser de su futuro, y no se quieren ir a cualquier sitio sin saber nada". Esta periodista cuenta que el sonido diario del campamento es el de niños jugando y correteando, y sobre todo olor a humo y plástico, para calentarse y fundamentalmente para secarse la ropa, porque la intentan lavar constantemente"
También le ha impactado el trabajo diario que hacen muchos voluntarios griegos que llegan hasta Idomeni que están "barriendo y recogiendo basura para que las condiciones de vida de los refugiados sean las más dignas posibles".