Evolución de las especies y baloncesto
Cuatro investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria encuentra similitudes en un estudio que publican en una revista científica internacional
Las Palmas de Gran Canaria
El Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) publica un reportaje sobre un trabajo de investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que han analizado cómo se estructuraban los equipos de baloncesto mientras evolucionaba el marcador en 6.130 partidos de la liga americana NBA y su similitud con la evolución constante que deben desarrollar los seres vivos para mantenerse en la naturaleza. El reportaje titulado ‘Los partidos de baloncesto imitan a la naturaleza’, se refiere a que detrás de la aparente aleatoriedad de un partido de baloncesto se produce una autoorganización en los equipos. Las interacciones entre compañeros y oponentes se influencian entre sí todo el tiempo, y el propio juego permite que surjan comportamientos creativos. Este fenómeno, detectado por investigadores tras analizar más de 6.000 partidos de la NBA, se asemeja a la evolución constante que deben desarrollar los seres vivos para mantenerse en la naturaleza. Los firmantes del trabajo, investigadores de la ULPGC, son: Juan Manuel Martín González, Yves de Saá Guerra, Juan Manuel García-Manso y Enrique Arriaza, de los Departamentos de Física Aplicada y de Educación Física y han publicado su trabajo en la revista científica International Journal of Heat and Technology. La autoorganización de los equipos puede acentuarse en cualquier momento del partido, pero es en el minuto final donde ocurre con más fuerza, sobre todo en los partidos más igualados. “En esos 60 segundos finales el juego es completamente caótico, pero en el sentido científico de la palabra: parece aleatorio, sin sentido, aunque no lo es”, dice De Saá Guerra, que subraya la similitud entre la hipótesis de la Reina Roja en la naturaleza y el hecho de que los dos equipos traten de mantener su ventaja a lo largo de todo el partido para llegar al trascendental minuto final. Los súbditos de la Reina Roja, uno de los personajes del libro Alicia a través del espejo de Lewis Carroll, tienen que correr constantemente para no quedarse atrás en su país, que no deja de moverse. Esta historia ha inspirado la denominada ‘hipótesis evolutiva de la Reina Roja’, que plantea cómo las especies deben mejorar de forma continua simplemente para mantener su estatus dentro del entorno en el que coevolucionan con otros seres vivos. En la NBA, los partidos más competidos se deciden en esos 60 segundos finales, cuando las faltas juegan un papel principal (un 94,02% de los puntos anotados en ese periodo). Es aquí donde la colaboración, intercomunicación, apoyo mutuo, estrategias de juego, o en una palabra: la autoorganización entre los elementos del sistema, puede ser la clave. Como en los sistemas naturales, aquellos equipos que mejor se adapten a cualquier circunstancia que se presente tendrán más opciones de ganar. Este fenómeno también se puede entender desde una perspectiva más filosófica, donde lo importante es el grupo y no el ego. Como dijo Phill Jackson, el que fuera entrenador de Chigaco Bulls, “el baloncesto es el yo al servicio del nosotros”, es decir, cooperar y evolucionar sin reciprocidad, sin esperar nada personal a cambio, solo por el bien del equipo.