Casi 1.000 personas mayores esperan una plaza de residencia en las Islas
Serveis Socials reconoce que la exclusión de estas infraestructuras de los fondos de la ecotasa retrasará, por lo menos hasta 2018, la apertura de nuevos centros
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Ser Mallorca
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Palma de Mallorca
La exclusión de las inversiones en infraestructuras sociales del proyecto del nuevo impuesto turístico retrasará la construcción de nuevas residencias para personas mayores, que el Govern considera ahora mismo una prioridad, al mismo nivel que las infraestructuras educativas o sanitarias. El Ejecutivo mantiene viva la propuesta dentro del articulado del texto de la ecotasa, pero tras el acuerdo parlamentario entre PSIB, Més y Podemos, realmente no hay expectativa de que salga adelante en la votación de la ley, en el pleno del próximo martes.
La consellera de Servicios Sociales, Fina Santiago, alega que conseguir unos 8.000 metros cuadrados para construir una residencia es más caro en Baleares que en otras comunidades como Extremadura o Andalucía y que esto, junto con el hecho de que durante la pasada legislatura no se desarrollaron nuevos proyectos, ha provocado un retraso en la cobertura de las necesidades de asistencia a este sector de la población.
En las Islas hay actualmente unas 1.000 personas mayores con valoración de dependientes, para quienes el programa de atención individual determina que el recurso más idóneo es el ingreso en una residencia de asistidos. Es un colectivo al que, según Santiago, no se está dando respuesta.
La exclusión de estos proyectos de los fondos de la ecotasa ralentizará el proceso porque se tendrá que buscar financiación para los 7 millones de euros que cuesta, aproximadamente, cada residencia. En Mallorca, por ejemplo, serían necesarias cuatro más. Este mismo año el Govern conveniará con los ayuntamientos todas las plazas residenciales que no estén ya cubiertas, y en verano saldrá a concurso un contrato público permanente para que todas las residencias privadas acreditadas puedan concertar con la Comunidad Autónoma sus vacantes. De este modo, a partir de agosto, se calcula que la Conselleria dispondrá de unas 250 plazas que no son, ni de lejos, suficientes, según Fina Santiago. El Govern tiene que estudiar aún, por otra parte, la reconversión de los antiguos hospitales de Son Dureta (Palma) y Verge del Toro (Maó) en centros sociosanitarios.