No bastan buenos sentimientos ante el drama de los refugiados

Alicante

El primer grupo de refugiados llegado a Alicante hace pocos meses, en enero de este mismo año, ha fracasado y cinco de sus ocho integrantes han decidido marcharse por su cuenta a otras ciudades a la búsqueda de unas expectativas y oportunidades que aquí, en Alicante, no existen.

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Para ser exactos, este grupo de refugiados fue traído hasta Alicante desde la jungla de Calais para tratar con ello de ayudarles y aquí se les empezó a tramitar su solicitud de asilo. Pero la atención a estas personas es mucho más compleja de lo que parece. No basta solo con dejarles una vivienda si carecen de horizonte y oportunidades, si no tienen un apoyo social y un acompañamiento especializado que les permita lograr aquello por lo que han hecho tantos sacrificios: tener una nueva vida en una nueva ciudad.

Cuando llegaron a Mutxamel todo fueron noticias, reportajes, incluso ruedas de prensa de políticos que nada tenían que ver con estos refugiados. Pero dos meses después parece como si ellos hubieran tenido la culpa de haber querido venir hasta Alicante. Si esto ha sucedido con los primeros ocho refugiados llegados hasta Alicante, ¿qué ocurriría si llegaran doscientos o trescientos, como se ha anunciado?

Creo que no basta con solidaridad y buenos sentimientos, muy necesarios ante un drama humanitario tan gigantesco, sino que se necesita también una buena planificación, profesionalidad, recursos, técnicos y medios, algo que por cierto, no han puesto algunos políticos a los que se les llena la boca al hablar de refugiados.

Esperemos que todo ello sirva de lección y se revisen algunos de los deficientes planes de acogida de refugiados que se han anunciado.

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 @CarlosGomezGil