Ser alicantino es como ser valenciano de València ciutat pero a lo bestia
«Los alicantinos y los valencianos no tenemos fiesta nacional ni banderas ni celebramos ni creemos en nada»

Punto de Vista de Juan Carlos de Manuel | Ser alicantino es como ser valenciano de València ciutat pero a lo bestia | 09/03/2016
01:54
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Alicante
La Mare de Déu ya no es Rita Barberá. Mònica Oltra -en versión Sor María Mediadora i Màrtir- puede desatascar la investidura de Pedro Sánchez y Albert Rivera. En el Pacte del Botànic Podemos decidió quedarse a la luna de Valencia. Oltra, en Madrid, sólo tiene que seducir a un puñado de rebeldes podemitas, a los anti Pablo Iglesistas de comunión diaria. Ministra, vicepresidenta, candidata a todo o madre superiora del Pais Valencià, Oltra encarna hoy el poder valenciano de la izquierda de la izquierda.
20 euros en 2 años y medio. Ripoll, Rus y Fabra son las diputaciones de Rajoy. Sí, salen en las procesiones, hay gente que les adula y aplaude, incluso les envidia. Sepulcros blanqueados. Pero nadie pagará su entierro. Nadie reclamará la herencia. El PP, muerto insepulto. Un cementerio sin cruces.

Juan Carlos de Manuel / Silvia Cárceles

Juan Carlos de Manuel / Silvia Cárceles
Me encanta ser alicantino. Ser alicantino es como ser valenciano de València Ciutat pero a lo bestia. Los alicantinos y los valencianos no tenemos fiesta nacional ni banderas ni celebramos ni creemos en nada. Por no tener, ni tenemos mártires ni santos y ni siquiera tenemos ni una sola virgen, una vedette ni un sólo arròs ni alcalde ni dios compartido. Hemos revendido tantas veces nuestra alma, identidad y virginidad que nos basta con adorarnos a nosotros mismos. Muac. Da gusto. Eso sí, tenemos Mercadona. Y un solo Consell verdadero. Y una deuda del copón. Hartitos.