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OPINIÓN PEDRO MORATA

Mis disculpas a los que no se lo merecen

Artículo de opinión, con vídeo incluido, especialmente dirigido a un determinado sector de la afición del Valencia de la que Pedro Morata se ha olvidado alguna vez. Por eso ahora pide perdón

Valencia

En otras circunstancias, antes de vaciarse Mestalla frente al Atlético, Gary no habría salido indemne después de 3 victorias en 14 partidos de Liga y, de esas tres, una sola en Mestalla. Cuando él llegó la diferencia con el cuarto era de 5 puntos y ahora de 19. Si en vez de llamarse Gary fuese Unai, la nit del foc se adelanta. Entonces, ¿por qué Mestalla agacha la cabeza y se vacía en silencio? Yo creo que por resignación y por mala conciencia. Resignados los que ya han encajado que esto no es de ellos y que lo que arruinaron aquí valencianos y valencianistas lo ha comprado un singapurense, que ni viene a disfrutar de su equipo y que lo dirige a 12.000 km.

Y luego hay un amplio sector que les sabía a poco, por ejemplo, la época reciente de Unai-Llorente con tres años seguidos terceros. Se instauró la cantinela de que eran terceros puestos sin mérito y que el campeón quedaba a años luz. En concreto se quedó a 28, 25 y 39 puntos de los campeones. La de 39 fue el año del Madrid que hizo 100 puntos en Liga. Hoy el equipo está a 38 del líder. Y además están los 15.000 accionistas que vendieron sus acciones a Bautista Soler o a Paco Roig en la fiebre del oro a 600 euros la acción. Añadan los 5.000 de las cartulinas verdes en los mítines pro-Lim, convocados por Aurelio y Salvo y los de las manifestaciones. Añadan los de 'Nuno, vete ya', que ahora les dará apuro cantar 'Gary, vete ya'. Así es que Mestalla está como anestesiada.

Pero, ¿qué hay de los otros valencianistas que no están incluidos en ninguno de los grupos anteriores? Valencianistas que no vendieron sus acciones corriendo y luego hablan de sentimiento. Valencianistas que incluso han comprado ahora acciones con Lim de dueño. Valencianistas que se siguen sacado el pase cada año, pase lo que pase. Valencianistas que son del Valencia y no de Llorente o de Soler o de Salvo. Valencianistas que son del equipo y no de Unai o Nuno. Valencianistas que no tienen la necesidad como modo de vida de tener siempre un enemigo a quien disparar o un motivo para no estar contentos y disfrutar. Valencianistas que no se crean ansiedad, frustración y luego cabreo porque quieren ser más de lo que pueden ser, porque quieren disputarle la Liga al Barça o al Madrid con 500 millones de presupuesto y nosotros 130.

¿Y el Atlético de Madrid me dirán algunos? Y yo respondo: es que nosotros hemos sido el Atlético de Madrid y no nos conformábamos. Queríamos ser el Madrid o el Barça. Y lo fuimos. Pero entonces lo queríamos ser más veces, más años. Y eso generó frustración y una deuda monstruosa que nos llevó a tener que vender el club, por querer ser más de lo que no podemos ser. Por no aceptar nuestra realidad.

Me suelo olvidar de Valencianistas que nunca fueron a un mitin zafio, ni a un circo de cartulinas, ni a una manifestación chusquera, ni se abrieron una cuenta de tuiter falsa para insultar, ni una en Facebook para amenazar. Valencianistas de lejos de Valencia que vienen desde más de 100 km. cada partido. Valencianistas de Madrid o de Barcelona o de Murcia. Valencianistas que no, o que sí, son votantes del PP, por ejemplo, y que estaban encantados de que su partido ayudara al Valencia con recalificaciones masivas, de las que casi recalificaron hasta la tierra de las macetas… Pero que ahora o les llaman corruptos o se avergüenzan de reconocer que ellos votaron al PP.

Porque el PP, como el PSOE y otros partidos tienen sus muertos en el armario, porque sinvergüenzas habitan en todas las organizaciones. Pero resulta chocante comprobar cómo ahora, por ejemplo, Paco Camps o Rita Barberá, que ayudaron (hasta donde no debían) al Valencia recalificando el solar de Mestalla, Porchinos, Paterna… para generarle dinero al Valencia y posibles plusvalías urbanísticas por valor entonces de más de 400 millones de euros, ahora son casi metidos en un saco de insultos. Tendrán responsabilidades las que sean por otros motivos, pero no por no ayudar al Valencia CF, cosa que hicieron en exceso y por ello se metieron en jardines de cactus al verse obligados a tener que ayudar también forzando la ley al Hércules, al Elche, al Levante... Y así fue porque no podían hacer un agravio comparativo con el Valencia CF, que fue el primer gran mimado político del PP.

Me suelo olvidar de Valencianistas que sólo han ido siendo presos de las circunstancias que otros han ido creando, porque ellos sólo se han sacado el pase, han llevado a su hijo o hija o hijos a Mestalla, que se han comprado la camiseta y sólo han querido ser un simple aficionado a su equipo. De esos me olvido muchas veces. Les presento mis disculpas con toda humildad.

Cuando digo "a tragar", no va por ellos. Pensaba que no era necesario decirlo, porque se sobrentiende. Pero cometo el mismo error que yo critico. Sólo se escuchaba a los que SÍ se merecen lo que tienen y yo no percibí el calor ni el apoyo de los que NO se merecen lo que hoy pasa en el VCF.

Pues yo igual. No puedo estar siempre dirigiéndome a los que SÍ se merecen lo que tienen con el VCF, porque cometo una injusticia con los que no son ni de los resignados ni los de la mala conciencia.

Reconozco que cometo el error de no dirigirme a ellos en muchas de las ocasiones que opino sobre las consecuencias que han traído la ruina del Valencia y el estado actual del club.

No es justo. Ellos no tienen culpa del via crucis por el que hemos pasado aquí en Radio Valencia SER a nivel de posición editorial e informativa en el proceso de venta.

Y ese via crucis, como reconocí el día después del 7-0 del Barça en Copa, me influye, me suele condicionar, me quema como sal en herida abierta, por sentirnos incomprendidos e injustamente tratados, insultados, amenazados, pese a nuestros 24 años de línea informativa y editorial y los resultados que se sufren hoy de las épocas Roig, Soler, Soriano, Dalport- Alvarado y Salvo. Aquellos barros de los que Radio Valencia SER avisó trajeron estos lodos de ahora.

Y no estamos en posesión de la verdad. Y nos equivocamos seguro, porque además opinamos arrimándonos al toro cada día. Pero hay una cosa de la que SÍ estamos en posesión: INFORMACIÓN de primera mano. Y el deseo de ser rigurosos e independientes como bandera. Y sobre todo los hechos. El paso del tiempo que va ordenando las cosas en la estantería de la historia con el reposo del tiempo y las conciencias. Saquen ustedes mismos sus conclusiones.

Yo sólo quería aprovechar el momento para acordarme hoy de los que NO se merecen lo que pasa y decirles que sólo pueden hacer dos cosas:

1.- Seguir siendo de su equipo. No de personas. Ni de cargos. Ni de periodistas. Ser del Valencia, con pase de socio o sin él circunstancialmente.

2.- Rezar y esperar a que el dueño que hay ahora, o el que haya después, tome decisiones a lo Fernando Roig o a lo Abramovich o a lo Juan Roig y no decisiones a lo Ali Syed del Racing de Santander o a lo Peter Lim de momento.

Es decir, rezar para tener suerte con el dueño de su club que les ha tocado por imposición. Como el que era cliente, y buen cliente, de Banco de Valencia y ahora lo es de La Caixa o lo era de Bancaja y ahora es de Bankia, o de la CAM y ahora es del Banco Sabadell. Esperan tener suerte porque de banco se puede cambiar, pero de equipo NO.

Esperan tener suerte, porque ellos no serán de los que insulten, ni de los que piten, ni de los que amenacen. Entre otras cosas porque pensarán: ¿cómo le voy a cantar 'vete ya' a un señor que ha puesto 194 millones de euros porque nosotros aquí en Valencia, y por valencianistas, hemos llevado el club a la quiebra? ¿Y si se va qué? ¿Y si el que viene es peor?

No se puede dimitir de ser dueño de una cosa. Lim puede vender, pero no puede tirar una propiedad o dimitir. Así que el que tiene 'trellat' quizá no se saque el pase, o no pite pero no anime. Y cuando un día Layhoon y Lim vean Mestalla vacío, sin alma, indiferente con Gary Lim o el amigo de turno de Lim, que se llame Gary Neville o Gary Cooper, en el banquillo, con el equipo fuera de Europa y 10.000 socios menos, entonces quizá ésa sea su forma de llamarle la atención a Lim para que se tome esto más en serio.

A esos valencianistas responsables, con 'trellat' y a los que injustamente no me dirijo muchos días, les digo que nunca es tarde... si la disculpa es buena.

Disculpas, amigos; disculpas, oyentes.

 
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