El banquillo se vacía
Las magistradas se quedan solas en su trono, para revisar centenares de testimonios y redactar una sentencia que fácilmente se derramará por encima de las quinientas páginas. Tendrán que hacerlo sin chóferes, escoltas ni personal de palacio a sus órdenes
'La línea roja' de Matías Vallés (07/03/16)
01:23
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Palma de Mallorca
. El silencio adquiere hoy un espesor singular. No es una película de terror, pero casi. El banquillo de Nóos se vacía, el alma se serena. Hasta junio, una quincena de acusados disfrutan de la entera libertad de horarios. Los enviados especiales se retiran a otras crisis.
Habrá testigos de postín, como el Rodrigo Rato que de vicepresidente bramaba en Mallorca que Balears no necesitaba un régimen fiscal especial. Rato ya lo tenía, se acogía al régimen fiscal especial suizo.
Sin embargo, el 'caso Infanta' no recuperará las emociones concentradas cuando la hermana del Rey se empeñó el jueves en demostrarle a tres magistradas que ella sí es una verdadera madre trabajadora. Sin contar las niñeras, los chóferes y los guardaespaldas.
Para la opinión pública, el comportamiento de los Borbón Urdangarin ha quedado abierto en canal. Habrá variaciones en la calificación, pero hasta los defensores a ultranza de la Infanta han bajado el volumen. El delito es casi lo de menos.
Las magistradas se quedan solas en su trono, para revisar centenares de testimonios y redactar una sentencia que fácilmente se derramará por encima de las quinientas páginas. Tendrán que hacerlo sin chóferes, escoltas ni personal de palacio a sus órdenes
En cuanto a Mallorca, nunca ha sido tacaña a la hora de brindarnos emociones fuertes, por lo que puede ser que este quejido por pérdida de titulares envejezca antes de que acabe hoy mismo. Tal vez debiéramos entristecernos, pero podremos pasar unos meses sin Infanta.