Cuando el río se convirtió en mar
Un año después de la riada del Ebro de 2015, alcaldes, sindicatos agrarios e instituciones hacen balance. ¿Qué se ha hecho? ¿Qué queda por hacer? ¿Se han recuperado?
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Fincas anegadas durante la riada del Ebro de 2015 / Esther Orera
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Zaragoza
Un año después, vecinos, instituciones y sindicatos hacen balance de la riada histórica del Ebro de 2015, difícil de olvidar, especialmente en las localidades ribereñas; un río del que también se está pendiente este este fin de semana por el aumento de caudales previsto en las próximas horas como consecuencia del temporal.
Era un episodio más del invierno, pero fue extraordinario. El Ebro se convirtió en mar y, a su paso, anegó miles de hectáreas de cultivo, principalmente cereales, alfalfa y hortalizas, con pérdidas en explotaciones ganaderas y muerte de cabezas de ganado, Pradilla y Boquiñeni tuvieron que ser evacuadas y hubo carreteras cerradas al tráfico varios días.
Poco a poco, el agua se fue retirando dejando a la luz los daños millonarios. Ha sido "un año difícil", en palabras del secretario general de UAGA, José Manuel Penella. Fue "una catástrofe para todos y, en particular, para agricultores y ganaderos en sus cultivos y en sus fincas". Ha sido "un año muy largo porque ha habido grandes pérdidas y grandes reparaciones que acometer".
La mayoría de estas reparaciones han recaído en la Confederación Hidrográfica del Ebro y en el Ministerio de Agricultura, algunas todavía en ejecución. Solo en la provincia de Zaragoza han sido 836 acciones contempladas, con cerca de 16,9 millones de euros, en obras de seguridad de los núcleos de población, como refuerzo de motas, y obras generales de limpieza o restauración de márgenes, entre otras.
Por su parte, el Gobierno de Aragón se hizo cargo, por ejemplo, de la reparación de redes de riego, e indemnizaciones que han tardado en llegar por daños en explotaciones agrarias y en cultivos y ganados no asegurados, por 30 millones de euros, con una última partida que se anunciaba a principios de este mes de febrero. Ya lo dice el refrán: Las cosas de palacio, van despacio. Jesús Nogués, director general de Desarrollo Rural, ha detallado que "este último paquete de pagos que hacían referencia a los daños en las propias explotaciones de los agricultores ha sido necesario una nueva revisión de los daños, que han tenido que certificar por los técnicos del departamento y hay que pensar que estamos hablando de un número de expedientes muy elevado".
De hecho, ha habido afectados que han tenido que pedir créditos para subsanar sus explotaciones, ante esta demora. Harina de otro costal fueron las partidas de Agroseguro de 3,4 millones de euros, que ya se ingresaron en verano, para una superficie cercana a 9.500 hectáreas aseguradas.
Un año después, los vecinos siguen mirando al cauce... La pregunta es: ¿Todas estas actuaciones son suficientes?
En la Ribera del Ebro los vecinos coinciden en que la limpieza continua del río es la única solución posible para mantener la economía y el territorio. Alfredo Zaldívar, alcalde de Remolinos, pide "dedicaciones presupuestarias año a año, que se ha demandado por parte de los alcaldes para que esos mantenimientos se lleven a cabo de forma regular y así sí que se podría mejorar la situación del río", porque "si se abandona y no se hace nada para que el río mejore, dentro de unos años estaremos en una situación similar a la del año pasado".
La polémica del año pasado: la medición de caudales
Una de las principales críticas de hace un año fue los datos que ofreció el servicio de información de Confederación, que desde este organismo siempre se consideraron correctos. Precisamente, el nuevo Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de Ebro, aprobado el pasado mes de enero y vigente hasta 2021, marca como vía aumentar la capacidad de predicción ante situaciones de avenida. Marisa Moreno, jefa de Hidrología de la CHE, explica que "los datos de caudal son estimados, no medidos". Una estimación "con un grado de incertidumbre del 10 - 20 % es muy buena" y aclara que "no hubo más desfase que ese". De hecho, "una caudal máximo de 2.700 m3/seg previsto con 6 días de antelación en 2.500 es una aproximación excelente".
Mirando al futuro
Un año después, vecinos e instituciones miran al futuro, para plantear acciones que minimicen o palíen los efectos de las avenidas. En los últimos meses, se están desarrollando diversas reuniones entre Gobierno de Aragón, Confederación Hidrográfica del Ebro, sindicatos y alcaldes. Además, dentro de la normativa europea, se acaba de aprobar el Plan de Gestión de Riesgo de Inundación del Ebro.