Alimentos en la basura

Badajoz

Que aparezcan en un contenedor alimentos no perecederos en perfecto estado es, sin duda, un insulto a las personas que los donaron y a las organizaciones que los distribuyen desde el convencimiento de que están ayudando a quiénes más lo necesitan.

El hecho, que no se libra de terrible y vergonzante, también debe llevar a la reflexión y hacer pensar que algo no está bien. Puede que la ayuda no sea la adecuada, puede que falte educación y sensibilización, o puede que, una vez más, la caridad asistencialista se esté imponiendo a la solidaridad, al bienestar social y a la responsabilidad de quiénes tienen la capacidad de decidir, legislar y garantizar ese bienestar social.

Y es que la sociedad civil ya ha asumido en demasiadas ocasiones que tiene que hacer algo para paliar los efectos de la crisis en las personas que peor lo están pasando. Aún así, su capacidad es limitada. Puede que la gente no pase hambre y ande más preocupada por encontrar un trabajo estable, una vivienda que pueda pagar, asumir los gastos de luz, de agua, de ropa…Puede que la gente sólo quiera vivir su vida con un mínimo de dignidad y, para eso, hace falta algo más que buena voluntad y un plato de comida.