Día D: viernes 26
El viernes 26 de febrero, Alex Txikon atacará la cumbre del Nanga Parbat.
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Radio Bilbao
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Bilbao
Ali Sadpara, Simone Moro y Tamara Lunger descansan a estas horas en el C3 (6.700m). Finalizada esta segunda etapa, podría afirmarse que los cuatro escaladores han superado ya los tramos de mayor dificultad técnica de la ruta Kinshofer, por la que pretenden completar la primera invernal del Nanga Parbat (8.126m). A partir de ahora entran en juego otros factores contra los que luchar: el cansancio acumulado, la altura y el frío. Mañana establecerán el C4 (7.200m), desde donde tienen previsto lanzar el ataque a cumbre la madrugada del 26 de febrero –viernes–. Tras el parón obligado de ayer debido a una fuerte ventisca que los mantuvo inmóviles en el C2 (6.100m), el pronóstico augura ahora tres jornadas de tiempo estable, despejado en cumbre y con ausencia de precipitaciones y viento.
Aunque sabíamos que durante la jornada de ayer –23 de febrero– el viento iba a ser molesto, Txikon, Sadpara, Moro y Lunger no contaban con tener que abortar la salida hacia el C3 (6.700m). Pero hace ya tiempo comprendimos que el clima del Nanga Parbat es caprichoso e impredecible, y que conviene saber encajar con filosofía y paciencia estos traspiés. En efecto, el Nanga volvió a jugar una mala pasada a los cuatro escaladores, porque el C2 (6.100m) es, sin duda, el peor y el más incómodo de la ruta Kinshofer, el menos adecuado para tener que pasar en él dos noches y un día entero. La plataforma sobre la que descansa la tienda apenas tendrá unos 4-5 metros cuadrados, con sendos patios de más de 1000 metros de caída a cada lado, donde el mero hecho de salir a orinar se convierte en una verdadera y peligrosa aventura. Se trata, además, de una arista especialmente expuesta, por lo que los miembros de la cordada internacional han padecido durante más de 30 horas –desde que a las 16:30 del pasado 22 Febrero (lunes) alcanzaran este C2 procedentes del CB– las violentas sacudidas del viento (de más de 70km/h) que, en ocasiones, según afirma Txikon, incluso hacía el amago de levantar la tienda. Damos fe de que así sería, puesto que la misma ventisca fue capaz de echar abajo más de una tienda aquí, en el CB, a 4.200m de altura. A todo esto se sumó el hecho de que los cuatro escaladores encontraron el depósito desgarrado por la ventisca y comprobaron que dos de las esterillas habían volado. En su lugar, extendieron dentro de la tienda otra tienda –la prevista para C3– logrando así mayor aislamiento.