El Pele: “El duende es el estado anímico del artista”
El cantaor cordobés asegura en SER Extremadura que la fusión es confusión y que la clave del arte jondo es crear una magia en el escenario
Mérida
Un innovador ortodoxo. Así se podría definir a Manuel Moreno Maya ‘El Pele’ (Córdoba, 1954), gran cantaor con un sello personalísimo y que destila en su cante una especie de montaña rusa de melodía y emociones. Dominador de todos los estilos, destaca en los cantes por soleá, seguiriyas, bulerías, fandangos y tonás y ha creado nuevos modos expresivos en las alegrías y los tangos. Grandísimo aficionado al cante (desde muy joven ya se escapaba a Huelva haciendo autostop para poder escuchar a María ‘La Conejilla’ o Toronjo), no cree en el manido duende: “Los duendes son el estado anímico del artista”, asegura el genio de la ciudad califal.
Ha actuado con David Bowie, Prince o Tina Turner y ha sido durante muchos años pareja artística de Vicente Amigo, al que le llueven elogios: “Es un genio, una de las cosas más grandiosas que me ha ocurrido durante mi trayectoria después de conocer a mi familia, es un pilar importante en mi vida. Le debo muchas cosas, él también a mí porque yo lo cogí con once años”, espeta.
El cordobés, del barrio de San Pedro, cautivó el pasado sábado a los socios de la Asociación Cultural ‘Flamencos de Verdá’ de Cáceres que celebró su primer aniversario con uno de los artistas más relevantes del panorama actual. ‘El Pele’ considera que la esencia del flamenco es la magia que el artista sea capaz de crear: “Las fusiones son confusiones, la magia surge de un tema a otro, te empuja llevarte a un acorde o a un tiempo pero sin forzar. Las cosas tienen que salir conforme vengan para crear esa magia”, afirma.
Pero sin confundirse con la fusión, ‘El Pele’ está convencido de que el flamenco hay que engrandecerlo manteniendo su esencia: “La música nos la dejaron ahí nuestros viejos, pero debemos hacer algo grande con ella, lo que no podemos hacer es meterle un saxo o una pandereta a una toná, eso es un sacrilegio. En el flamenco hay poca gente que se haya mojao el culo. Los primeros que empezamos a hacer cosas raras fuimos Morente y yo, pero el que se llevó tos los palos fue Enrique porque no sonaba tan gitano siendo una de las personas más puras que hayan pasao por este mundo. Le debemos todo, el 99 por ciento de la música que se hace hoy en día, sin embargo, no se van a dar cuenta”, sentencia.