"Los médicos me dijeron que le habían encontrado 160 gusanos"

Cádiz

"Yo iba a visitarla un día sí y otro también y me llamaba la atención el terrible olor que venía de su pierna". Es el recuerdo que tiene Rafael Selma antes de trasladar a su tía de la residencia del Novo Sancti Petri (Chiclana) al hospital de Puerto Real tras agravar su estado. Fue en el centro sanitario donde le advirtieron de la gravedad. "Le hemos encontrado 160 gusanos", le dijeron los médicos. La Guardia Civil ha abierto una investigación contra siete profesionales de este geriátrico por posible desatención de esta mujer.

La anciana terminó falleciendo cinco días después de su último ingreso en Puerto Real. El informe de su defunción habla de parada cardiorrespiratoria pero también de una úlcera crónica y un deficitario cuidado de las heridas. "Los apósitos no se le quitaban, ni se le limpiaban las heridas. Los médicos me dijeron que para que crezcan gusanos de ese tamaño hay que dejar pasar semanas o meses sin curar ni levantar las vendas", recuerda Selma.

Selma fue quien puso la denuncia que ha llevado a la Guardia Civil a abrir la operación "Grena", que ha puesto a disposición de la autoridad judicial, en calidad de investigados, al médico y a seis enfermeros de una residencia de ancianos del Novo Sancti Petri (Chiclana), como presuntos responsables de un delito de lesiones por imprudencia.

Es una investigación del juzgado Mixto n.º 2 de Chiclana para aclarar unas lesiones sufridas por una interna de una residencia de ancianos, la cual podría no haber recibido los cuidados apropiados para una serie de heridas producidas al permanecer durante un periodo largo de tiempo en cama.

Los guardias civiles pudieron verificar que, en primera instancia, la anciana fue trasladada al Hospital de Puerto Real con la recomendación por parte del médico de la residencia de amputar una de sus piernas. Pero tras ser valorada por los facultativos del hospital de Puerto Real se decidió tratarla con antibióticos y curas diarias, y ser devuelta a la residencia de ancianos con la prescripción de dicho tratamiento.

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"El médico de la residencia me decía que lo mejor era amputar pero en el hospital dijeron que con un cuidado diario se podía salvar la pierna", recuerda el sobrino de la fallecida.

Los guardias civiles han descubierto que, tras volver a la residencia, el médico investigado cambió el tratamiento de manera consciente, dejando instrucciones al personal sanitario para que las curas se realizaran de una forma mucho más espaciada en el tiempo. A pesar de que el personal de enfermería conocía la prescripción del Hospital, optaron por seguir las indicaciones del médico de la residencia. Fue una de las enfermeras la que reconoció ante los agentes el grave estado en el que se encontraba.

La anciana volvió al Hospital de Puerto Real y, ante las condiciones en que ingresó la paciente, varios doctores miembros de la Inspección Provincial de Servicios Sanitarios de la delegación territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, realizaron un informe, para alertar de posibles irregularidades. Los familiares de la anciana, tras su fallecimiento, han iniciado las correspondientes reclamaciones por los hechos ocurridos.

"Queremos que se investigue y se aclare porque en esa residencia hay muchas personas con vendas y las piernas cortadas", pide el sobrino. Ahora se investiga si la muerte de esta mujer de 91 años está directamente relacionada con esta falta de cuidados. Su sobrino tiene claro que sí.