Política | Actualidad
LA LÍNEA ROJA

Matas estaba avisado

Debe haber una moraleja en alguna parte. Por ejemplo, que en el momento en que nos creemos importantes, ya nadie podrá convencernos de lo contrario. Dejamos de ver el cráneo bajo la piel. Pero que conste que Matas estaba avisado. Y sus votantes también

'La línea roja' de Matías Vallés (12/02/16)

'La línea roja' de Matías Vallés (12/02/16)

01:17

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

Palma de Mallorca

La actualidad solo se entiende mirando hacia atrás. Matas no siempre fue el personaje arrogante que hoy copa los textos, audios y vídeos, ese micromegalómano que se resiste a confesar un error y mucho menos un crimen.

Hemos de teletransportarnos a mediados de los noventa para recordar a un conseller de Economía juvenil y ambicioso. También se llamaba Jaume Matas. Era un especimen extraño en el adormilado Govern Cañellas, porque trabajaba los viernes por la tarde en su despacho. Eso sí, te llamaba por teléfono para que te enteraras.

En una de aquellas conversaciones de fin de semana, cuando Gabriel Cañellas estaba asfixiado por el Túnel de Sóller, el antiguo Jaume Matas no traicionaba a su jefe, pero pedía ayuda:

–Si algún día yo también pierdo el rumbo correcto, espero que mis amigos me avisen.

Regresemos al presente. Matas acumula dos condenas del Supremo por corrupción y otra confesión de corrupción a medias ayer mismo. Por no hablar de años de inhabilitación, causas pendientes. Un caso perdido. Por lo visto, no escuchó a sus amigos.

Debe haber una moraleja en alguna parte. Por ejemplo, que en el momento en que nos creemos importantes, ya nadie podrá convencernos de lo contrario. Dejamos de ver el cráneo bajo la piel. Pero que conste que Matas estaba avisado. Y sus votantes también.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00