Una policía con bloqueos
Los compañeros de Gago la dibujan como una policía que rehuye situaciones de tensión
La policía local Raquel Gago (i); Montserrat González (d), y su hija Triana Martínez (2d), escuchan la declaración de un policía local, compañero de Gago / J. Casares (EFE)
León
Apenas una hora media ha durado la decimotercera jornada del juicio por el asesinato de Isabel Carrasco. En noventa minutos han desfilado por la Audiencia ocho policías locales de León. Todos los agentes conocían a Gago de haber prestado servicio con ella, si bien es cierto que casi todos afirmaron que apenas habían coincidido con ella un par de veces al año. Incluso uno de los agentes aseguró que la última vez que prestó servicio con ella fue en 2004, 10 años antes de los hechos. Teniendo en cuenta estos matices, todos han coincidido en que Gago era una policía que rehuía las intervenciones en las que se generaba tensión o incluso violencia. Sí la han calificado como apta para otros servicios menos conflictivos. Eso sí, ninguno de los ocho agentes que pasó por la sala y que afirmaron esto puso en conocimiento de sus superiores esta actitud.
También han negado comportamientos extraños durante las patrullas en las que coincidieron. La defensa busca demostrar que Gago no las aprovechó para hacer seguimientos a Carrasco, tal y como apunta la acusación. Los testigos de hoy aseguran que es imposible saltarse el recorrido establecido en la orden de trabajo.
Un policía local de León, compañero de Raquel Gago / J. Casares
Un policía local de León, compañero de Raquel Gago / J. Casares
Con sus preguntas, la defensa ha tratado de dibujar a Gago como una policía que se bloqueaba en situaciones de tensión, que rechazaba las armas y que no tenía pericia en su manejo.
Todos se han mostrado sorprendidos por la implicación de Gago en este caso. Es "imposible", ha dicho uno de sus compañeros. "La hubiera puesto en el último lugar de la lista", ha declarado otro. Sin embargo, a preguntas de la acusación, otros agentes han reconocido que les sorprendería igualmente la imputación de cualquier otro policía en un caso de estas características.
Montserrat González (d) y su hija Triana Martínez (i), acusadas por el crimen de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco, escuchan la declaración de un policía local / J. Casares
Montserrat González (d) y su hija Triana Martínez (i), acusadas por el crimen de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco, escuchan la declaración de un policía local / J. Casares
Lo que sí han afirmado prácticamente todos los agentes que han pasado por la sala, es que apenas conocían nada de la vida privada de Gago. Era una persona "extremadamente reservada", ha sido el calificativo que han repetido todos una y otra vez. Solo una compañera policía de Gago, la única mujer que ha testificado hoy, ha afirmado haber tenido un trato más personal con la acusada.
Ha dicho que incluso llegó a presentarle a Triana y que sabía que tenía novio aunque nunca lo conoció. Sí la llamó por teléfono al día siguiente del crimen. A preguntas del Fiscal ha relatado el contenido de esa conversación. Tampoco a ella le dijo que hubiera coincidido con Triana la tarde del crimen.
También ha declarado otro policía que reconoce que apenas diez minutos después de la detención de Montserrat y Triana, todos los agentes de servicio conocían que la detenida era amiga de Gago.
