Prostitución tras una cortina
La Guardia Civil ha desmantelado una vivienda prostíbulo en Jumilla, donde las mujeres vivían hacinadas y eran obligadas a practicar sexo

Guardia Civil

Murcia
La Guardia Civil ha desmantelado una vivienda en Jumilla dedicada a la explotación sexual, en el que había al menos siete mujeres, y ha detenido a la pareja que lo regentaba.
La investigación se inició cuando la Benemérita se hallaba tras la pista de una vivienda sobre la que existían sospechas de que era usada como prostíbulo camuflado.
Una docena de agentes, tras obtener una autorización judicial, han registrado el domicilio y han detenido a dos personas, un hombre de 37 años y nacionalidad camerunesa, y de una mujer de 23 años y nacionalidad guineana, que, presuntamente, ejercían el control de la vivienda y se beneficiaban de las ganancias económicas obtenidas por las víctimas.
En la vivienda se hallaban, además, siete mujeres -de nacionalidad guineana y con edades comprendidas entre los 24 y 32 años- presuntas víctimas del delito investigado, dos de ellas sin documentación para estar en España.
La inspección del inmueble ha determinado la insalubridad de sus instalaciones. En una de las habitaciones se hacinaban cuatro chicas, teniendo como única intimidad una cortina que separaba una cama de otra, en la que, presuntamente, prestaban servicios sexuales.
En otra de las habitaciones existían dos cámaras frigoríficas repletas de bebidas que supuestamente, ofrecían a los clientes y que, a su vez, servía de dormitorio.
Los detenidos y las diligencias instruidas de la 'Operación Esquinazo' han sido puestos a disposición del Juzgado del Juzgado de Instrucción número 2 de Jumilla (Murcia).