Aumentar las horas de las tutorías podría prevenir más casos de acoso escolar
Jóvenes aragoneses promueven actividades para reducir los casos en los centros escolares.
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Tertulia de jóvenes, 26 de enero.
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Zaragoza
Stop Bullying Aragón es una entidad que ha nacido para tratar de responder y aportar soluciones a este problema que ha triplicado el número de casos en los 10 últimos años. No son los únicos que están trabajando contra una práctica que ha ampliado su ámbito de acción en las redes sociales. Jóvenes aragoneses sensibilizados ante el acoso escolar, nos cuentan las actividades que llevan a cabo para prevenir esta práctica.
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David Marqueta
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David Marqueta
Marta González es psicóloga y preside la asociación Ignis, que nació hace un año y medio para tratar casos de acoso escolar. Entendieron que no existían herramientas suficientes en la red pública para ayudar a las familias o a los propios centros escolares. Para ellos un caso no se soluciona con un cambio de colegio de la víctima, que suele ser la primera decisión que toma la familia. El acosador seguirá en el centro y buscará una nueva víctima. Para Ignis el papel de la familia es fundamental. En algunos casos, los padres no han estado alerta ante las pistas que les dan sus hijos, como que se ponen enfermos y no quieren ir a clase, evitan reuniones con amigos, etcétera. Por eso es muy importante una buena comunicación con los centros, donde las familias van a encontrar apoyo y salida a los casos de acoso. Además, las redes sociales han cambiado los hábitos de los acosadores, porque hasta ahora la víctima únicamente era acosada en el entorno escolar. Ahora, la tecnología está permitiendo que el acoso se esté produciendo fuera de las clases, en los periodos de descanso o vacaciones.
Cristian Sanmartín es delegado de la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza. El acoso ya lo estudian los futuros maestros. Lo manejan como algo que está y ha estado siempre; pero ahora se enseña a prevenirlo. Para ello los futuros maestros deberán ofrecer estrategias para el manejo de las emociones, fomentar la resolución de conflictos, desarrollar programas y, sobre todo, conocer bien a las familias de los alumnos. Sanmartín incide en que el perfil del acosado también se estudia. Generalmente son alumnos con problemas familiares, de otras culturas, con alguna discapacidad, sea física o psíquica; en definitiva personas más vulnerables. Los acosadores destacan estas características como negativas y ridiculizan a la víctima.
Rubén Sanz es técnico sociocultural, estudia trabajo y social, y participa en el Luis Buñuel en uno de los programas de prevención que han puesto en marcha en algunos centros de la comunidad. Es muy parecido al que pusieron en marcha en Parque Goya, donde los alumnos más mayores se forman en el uso de redes sociales y vigilan que los de menor edad no acosen a sus compañeros. A partir de una denuncia se pone en marcha la mediación con las familias, el cole y los alumnos. En el Luis Buñuel, son los propios alumnos los que median en el conflicto, y no lo hacen solo en casos de acoso, sino en cualquier conflicto que aparezca en el centro. Rubén cree que el aumentos de las tutorías permitiría que los centros conocieran mejor a las familias y viceversa, y por tanto se podría reducir el riesgo de acoso entre alumnos. La comunicación se hace más fluida entre las familias y el centro de cara a la puesta en marcha de una mediación en un caso de acoso escolar.
Aún así, España es un país con una relativa baja incidencia de casos de acoso en comparación con otros países europeos.