“Si el hermano mayor no se retracta lo denunciaré y pediré su cese”
El párroco de san Matías está dispuesto a llegar donde haga falta porque considera que las declaraciones que realizó el hermano mayor de Las Penas son una calumniosas frente a él
El sacerdote Manuel Carrillo, párroco de san Matías, haciendo estación de penitencia junto a la Hermandad de las Penas / Ser Cofrade
Granada
El cura de la iglesia de san Matías, Manuel Carrillo, está claramente ofendido después de las declaraciones que realizó el hermano mayor de Las Penas, Fernando García, en las que se aseguraba que el párroco había impuesto trasladar las imágenes titulares hasta el presbiterio para evitar que los fieles se acercasen y como consecuencia directa por no aceptar las exigencias económicas impuestas por el sacerdote.
Después de estas declaraciones, el párroco ha dicho que estos hechos se van a poner en conocimiento del Arzobispado y “si el hermano mayor no se retracta pienso poner una denuncia”. Asegura que su única táctica es llevar una pastoral ordenada en san Matías y por eso, si el hermano mayor no se disculpa públicamente, está dispuesto a pedir su cese como hermano mayor ante la Curia. Ha asegurado, además, que “si él está como hermano mayor es porque lo elegí yo. Yo lo puse y lo llené de autoridad”, por ello de no retractarse asegura que “habrá graves consecuencias”.
Carrillo ha confirmado que las tensiones que existen entre él y la hermandad de las Penas es algo que ha provocado la propia cofradía, por desentenderse de la vida parroquial y del mantenimiento del templo. El párroco asegura que en la iglesia de san Matías “se ha hecho una obra de 300.000 euros y sólo el hermano mayor de entonces – José Luis Pérez Serrabona – y su madre han colaborado” mientras que “los demás miembros no sólo no colaboran sino que me tienen la iglesia hecha polvo”.
En su defensa el cura ha dicho que la parroquia está en números rojos, y espera cerrar el presupuesto de este año con una cifra negativa de siete mil euros. A pesar de esto, Carrillo asegura que nunca ha presentado ningún recibo ni ninguna factura durante una homilía, “sólo comenté a los fieles el estado de las cuentas para que supieran que la parroquia necesita ayuda”.
Sobre la decisión de trasladar a las imágenes hasta el presbiterio el cura ha dicho que esto es “para que estén más visibles y se puedan ver desde el fondo de la iglesia, así podrán rezarles mientras yo digo la misa o rezo el rosario”. Asimismo, en relación al besapiés del Cristo de la Paciencia, ha asegurado que este acto de culto tendrá lugar sólo después de la celebración del quinario y cerrará la puerta “para que sólo acceden a besar los pies del Cristo los que han acudido a la misa; y después saldrán por otra puerta”.
Se trata de una decisión que ha tomado para seguir trabajando por la pastoral de la parroquia, ya que no ve bien que la iglesia esté abierta todo el día y que la gente esté entrando y saliendo mientras “celebro actos de culto”, ha concluido.
