Juzgan a un Policía Local acusado de abusar de 8 varones menores de edad
Presuntamente, ofrecía dinero a las víctimas a cambio de sexo y les prometía mediar en sus asuntos judiciales

Paula Varella

Castellón
La Sección Primera de la Audiencia Provincial juzga desde este martes a un Policía Local de Burriana, J.A.M.M, acusado de abusar sexualmente de ocho menores a quienes exigía sexo, y a cambio les prometía mediar en los asuntos policiales o judiciales que tenían pendientes.
Los hechos ocurrieron entre 2007 y 2012. Las víctimas, de entre 14 y 18 años, se encontraban en una situación de precariedad económica o tenían antecedentes delictivos. El acusado les entregaba entre 20 y 50 euros por los contactos y cuando los chicos se resistían, amenazaba con internarles en el centro de menores. En algunos casos los abusos se prolongaron durante cuatro años.
En la primera sesión del juicio ha declarado el acusado, quien ha contestado con evasivas a las preguntas del fiscal negando todo lo ocurrido. Ha reconocido conocer a algunos de los menores pero dice que no mantuvo nunca relaciones sexuales con ellos ni les amenazó con entorpecer sus asuntos judiciales.
También han prestado declaración cinco de los once testigos protegidos que figuran en la causa, todos detrás de una cortinilla para proteger su identidad. Cuatro han asegurado que el Policía Local de Burriana mantuvo relaciones sexuales con ellos en su coche, en un descampado e incluso en un local que tenía alquilado, mientras que el quinto ha explicado que no accedió a tales peticiones. Todos los testigos tienen en común que son varones y que en el momento en el que ocurrieron los hechos tenían procedimientos judiciales abiertos, estaban en una situación económica precaria e internados o a punto de entrar en un centro de menores. En algunos casos, según han subrayado los jóvenes, el procesado les enseñó fotografías de otros menores semidesnudos y les dijo que también "educaba" a otros chavales. Algunas de las víctimas han señalado que estos hechos les ha provocado consecuencias como insomnio o ansiedad e, incluso, una de ellas se fue a vivir fuera de la provincia de Castellón.
Los testigos protegidos tenían entonces 14, 15 o 16 años y ahora ya son mayores de edad. Todos han declarado que el acusado les daba dinero a cambio de sexo y aseguraba ser un alto cargo de la Policía y tener poder suficiente para paralizar su ingreso en el centro de menores.
Ninguna de las víctimas acudió a denunciar los hechos porque tenían miedo de que les pasase algo. Fue la Fiscalía de Menores quien interpuso la denuncia después de que una técnico del centro remitiese un informe que recogía el testimonio de uno de los menores que se atrevió a contarlo.
El acusado, que se encuentra en prisión provisional, ha argumentado que se trata de un complot y un cúmulo de acusaciones para sacarle el dinero. El fiscal pide 95 años de cárcel y 66 de inhabilitación por varios delitos de abuso sexual, agresión sexual y corrupción de menores. Además, pide una indemnización de 196.000 euros por los daños morales y personales sufridos. El juicio continuará este miércoles con la declaración de nuevos testigos.