¿Qué raros somos, verdad?
Los resultados electorales del pasado domingo nos han dejado así, con un cuerpo extraño, como si hubiéramos vivido una agitada borrachera política
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Punto de Vista de Carlos Gómez Gil - 22 de Diciembre de 2015
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Alicante
¿Qué raros somos, verdad?
A punto de comenzar la Navidad y ya estamos resacosos, como si hubiéramos pillado una cogorza monumental. Y es que los resultados electorales del pasado domingo nos han dejado así, con un cuerpo extraño, como si hubiéramos vivido una agitada borrachera política, un monumental botellón electoral que ha agitado las aguas en los partidos como se agitan las cocteleras. Y todos ellos tienen tantos motivos para la alegría como para la insatisfacción, con un mal cuerpo que no pueden ocultar.
El PP ha ganado las elecciones sufriendo su mayor varapalo electoral en los últimos 26 años, una auténtica sangría de votos y votantes que no hace fácil que pueda gobernar, aunque siguen silbando como si nada hubiera pasado.
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Silvia Cárceles
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Silvia Cárceles
El PSOE mantiene su barco a flote, pero sin poder contener la vía de agua que se les abrió tras el Gobierno de Zapatero que hace que hayan tenido los peores resultados de su historia, aunque siguen siendo el segundo partido político.
Mientras, Podemos aparece con unos resultados brillantes y unas alianzas regionales apasionantes, pero sin que sepamos bien lo que defienden.
Al tiempo que Ciudadanos ha sido víctima de vender encuestas y resultados anticipados tan inflados que su fuerte irrupción en el Parlamento a todos les sabe a derrota.
Sin olvidar a IU que, como el ornitorrinco, lucha a duras penas contra su extinción.
Así es que, al igual que cuando la botella está a medias, unos dicen que los resultados han sido medio buenos y otros que son medio malos. Pero es ahora cuando tienen que demostrar que son capaces de sacar a este país adelante, sin que sirvan excusas.