Los loteros de la suerte: "Dar el Gordo es una sensación fantástica"

Santa Cruz de Tenerife

Para José María González de Chávez, ser lotero es su profesión de toda la vida. Propietario de la Administración 'El Gato Negro', en el municipio de Los Realejos (Tenerife), ha dado numerosos premios durante su amplia carrera. Sin embargo reconoce que la vez que más se ha emocionado es cuando se enteró de que una vecina del sur de Tenerife, que temía por el deshaucio de su casa, ha sido agraciada con 50.000 euros gracias a un décimo del 2.184 (Tercer Premio). Ocurrió en 2011. "Estaban los medios allí, y lloré como nunca", reconoce.

Menos historia como lotero tiene el empresario José Miguel González, propietario de una red de gasolineras, en una de las cuales tiene una administración de Loterías de Estado. Hace dos años se convirtió en un auténtico 'mago' de la Navidad, al repartir 1.600 décimos del número premiado con el Gordo. "Fue tan repartido que la felicidad fue inmensa", expone. "Dar el Gordo es una sensación fantástica", reconoce. El año pasado la suerte le volvió a sonreír, al haber dado mediante máquina, otro 'Gordo'. Eso sí, en esta ocasión tocó a una sola persona. 

Ambos viven cada sorteo con ilusión. De hecho, José María reconoce que le encanta asomarse a la ventana de su oficina, sobre la administración, y pensar en las ilusiones que esconde tras de sí, cada comprador de un décimo. Una ilusión que se incrementará, un año más, el próximo martes, 22 de diciembre, cuando los niños de San Ildefonso comiencen a cantar los números del sorteo de este año. 

Ambos esperan seguir teniendo la suerte que les lleva acompañando en los últimos años "porque éste es un sorteo muy repartido. No como otros, que caen un montón de millones sobre una persona". Ahí reside la magia del sorteo. Y ellos, los magos que lo hacen realidad.