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Vender es bueno

Vender es servir y servir es ayudar. La venta es la consecuencia natural de haber sabido escuchar

DESARROLLATE 17 DICIEMBRE

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06:29

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Valencia

Por Sergio Gordillo Socio Director de Improven.

Vender es servir y servir es ayudar. Ser capaz de vender es ser capaz de poner en valor tus recursos (propios y de quien conoces) al servicio de un tercero que tiene una necesidad que quiere cubrir. Y para saber vender mejor hay que aprender a escuchar. Escuchar para entender, y no para hablar. Escuchar con la voluntad de poder ayudar. La venta es la consecuencia natural de haber sabido escuchar, comprender la inquietud para poder ofrecer tu ayuda y con ello solucionar un problema de un tercero. No saber vender es un síntoma de encerrarse en uno mismo, no acercarse a los demás y no saber leer y entender cuáles son las inquietudes que le pueden preocupar a una tercera persona.

Vender también es conocerse y tener seguridad en uno mismo, desde el punto de vista que si dominas una materia, crees de verdad en ello, lo has trabajado, has escuchado y empatizado con tu entorno, eres capaz de defender tu postura y lo sabes comunicar a los demás, ¡LO VENDES BIEN! Es la base en si misma del emprendimiento, y de la creación.

 Cumplir la regla 1/3, 1/3, 1/3 nos ayudará a vender en cualquier campo. El primer tercio basado en el conocimiento técnico de la materia y/o tema concreto que se trata. Un segundo tercio psicólogo, para conocerte y conocer a las personas, empatizar con ellos, y el último tercio comercial para traducir el conocimiento en solución a lo que la persona le preocupa.

 Hay esa reticencia de los profesionales que no son estrictamente vendedores/comerciales a actuar como tales dentro de su función porque se encierran en lo técnico, se refugian en su zona de confort que dominan y así justifican su no acercamiento a los demás. Es en esencia por un desconocimiento de sí mismos y de falta de empatía con las necesidades de las demás personas. Soy ingeniero, y qué miedo me dan los ingenieros que quieren hacer la máquina más fantástica del mundo por alimentar su ego, más allá de lo que necesite un tercero. Es una falta de equilibrio en la regla de los tres tercios.

 Y por último hay que recordar la importancia en formarte siempre en lo que te gusta, escucharte a ti mismo y a los demás hasta la última gota, e intentar entonces ayudarles. La venta vendrá sola porque te creerán y te pedirán ayuda.

 
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