Lamento por los invitados que no llegan

Bilbao

Cada viernes un grupo de vecinos de Eibar se reúne llueva o nieve para preparar la llegada de los refugiados a la localidad. Siguen reuniéndose con la misma ilusión pese a que los refugiados ni están ni ahora mismo se les espera. Del millar que en setiembre se estimó acabarían en Euskadi, sólo han llegado 3 eritreos que desde hace un mes viven discretamente en un piso de Bilbao.

CEAR Euskadi y el Gobierno Vasco se lamentaban ayer de esta situación. Han movilizado recursos, coordinado equipos, celebrado decenas de reuniones para nada. Los refugiados han desaparecido de la agenda.

Nos contaba Javier Galparsoro, de CEAR, que se siente como el anfitrión que tiene su casa preparada para unos invitados que no terminan de llamar a su puerta. Todas las mañanas se asoma a ver si viene; todas las noches se acuesta desolado.

Los vecinos de Eibar también empiezan a estar frustrados de querer ayudar. Por eso le han pedido ya al alcalde un local para recoger ayuda y enviarla directamente allí donde quiera que estén los refugiados. Nunca Euskadi estuvo tan preparada para ayudar y no le dejan.