Dos detenidos en San Sebastián por su relación con Dáesh
Los dos arrestados se encontraban cumpliendo condena por delitos comunes en la prisión de Martutene (Guipúzcoa) y aprovechaban los permisos para captar y adoctrinar
Fachada principal de la cárcel de Martutene. / CADENA SER
Bruselas
La Policía Nacional ha detenido esta mañana en Guipúzcoa a dos personas por colaborar presuntamente con la organización terrorista Daesh. Los dos detenidos, uno de nacionalidad española y otro de nacionalidad marroquí estaban cumpliendo condena por delitos comunes en la prisión de Martutene (Guipúzcoa) y aprovechaban los permisos penitenciarios para realizar labores de colaboración y enaltecimiento del terrorismo.
Las dos detenciones han sido anunciadas desde Bruselas por el ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz que se encuentra reunido con los ministros de Interior europeos. "Han sido detenidas dos personas por delitos de colaboración con organización terrorista y enaltecimiento del terrorismo" vinculados con el Dáesh, indicó el ministro en Bruselas.
Uno de ellos ha sido detenido en prisión y el otro que cuenta con un permiso de trabajo ha sido arrestado en la localidad guipuzcoana de Zumarraga al finalizar su jornada laboral. El ciudadano marroquí tiene 24 años de edad y el de nacionalidad española 32 años.
La investigación realizada por la Policía Nacional se inició al detectar un grupo de jóvenes de orígen magrebí que estaban siendo adoctrinados por los postulados de la organización terrorista DAESH en la localidad guipuzcoana de Rentería. La investigación apunta a que el ciudadano marroquí era quien lideraba y dirigía las reuniones. Los dos intercambiaban abundantes contenidos de propaganda adoctrinamiento y enaltecimiento de las actividades de DAESH. Tenían material de grabaciones de atentados, ejecuciones, decapitaciones y entrenamiento de niños como yihadistas.
La policía los ha detenido al detectar que el principal investigado publicó en las redes sociales un video en el que quemaba su pasaporte. Este ritual es practicado por los nuevos combatientes que se han unido o quieren unirse a SAESH, mostrando de esta forma signos de lealtad al grupo y una renuncia a su nacionalidad e identidad.
La operación está dirigida por la Audiencia Nacional. Se ha desarrollado dentro del Plan Estratégico Nacional de Lucha contra la Radicalización Violenta que contiene un apartado específico para combatir la radicalización en los centros penitenciarios.
