Cuando el boli "Bic" echaba humo
Las emisoras de radio musicales de los 80 eran una fuente sin comparación para conseguir, sin pagar, la música del momento

Logo de los 40 Principales en los años 80 / Cadena SER

Valladolid
El "Spotify" de los jóvenes de los años 80 era una cinta de audio virgen colocada en un "radiocassette", la emisora musical favorita sintonizada, bastante paciencia y suficiente habilidad. Y suerte. Suerte para que el locutor no interrumpiera "esa" canción que llevabas esperando todo el día. O que el identificador de la emisora no saltase junto al final, justo cuando ibas a dar al botón de pausa.
Cuando Internet era sólo un proyecto militar, la única herramienta de descarga gratuita era una un buen receptor de radio. Y antes de los reproductores digitales y de las listas fabricadas automáticamente, para volver a escuchar la canción que acababas de grabar había pocas alternativas: rebobinar, con el gasto en pilas correspondientes o la amenaza de tu hermano mayor ("me vas a joder la pletina, enano") o recurrir al boli Bic, cristal o fino, ese que parecía diseñado para encajar en la rueda dentada del "cassete". Y ejercitar la muñeca. Un movimiento continuo que, ya en plena adolescencia, y gracias a otras prácticas distintas, convirtió a ese grupo de músculos, en uno de los más usados de la anatomía masculina pubescente.

Mario Alejandre
Cuenta lo que pasa en Valladolid y en Castilla y León desde que se incorporó a la SER, en el verano...