Fútbol | Deportes
ATLÉTICO 1 - SPORTING 0

¡Qué dolor!

El Sporting cae injustamente en el Calderón, con un gol de Griezmann en el minuto 92, tras ofrecer los gijoneses una exhibición defensiva

LaLiga.es

Gijón

Tanto nadar, para morir a la orilla del Manzanares. Quizás el Sporting no mereció ganar en el Vicente Calderón, aunque habría que discutirlo. Lo que desde luego no mereció fue perder. Y menos hacerlo de esa forma, con un gol en el minuto 92, fruto de la única desgracia defensiva que cometió un equipo sólido, heroico, solidario y todo pundonor. Es una derrota dolorosa, porque el punto además de justo hubiera sido muy valioso. Pero superado el mazazo, sólo puede quedar el orgullo por el partido de 'Los Guajes' a orillas del Manzanares, desquiciando a un equipo Champions y cayendo víctima de una fatalidad fuera del tiempo reglamentario.

Habrá quien piense que el Sporting no mereció ganar porque la posesión fue (rotunda) del Atlético de Madrid. Pero no fue una circunstancia que molestara al equipo de Abelardo. Formaba parte de un guión establecido, que pasaba por defenderse como gato panza arriba y tratar de pillar a los colchoneros en alguna salida a la contra.

El Sporting tuvo menos la pelota, pero si se paran a analizar el partido, caerán en la cuenta de que en el cómputo global disfrutó prácticamente de las mismas ocasiones de gol que el Atlético de Madrid. La tuvo Halilovic en la primera mitad y la tuvo Jony en la segunda. A las dos respondió fantásticamente Oblak.

Con la misma brillantez respondió Cuéllar en una doble ocasión del Atlético de Madrid, evitando dos veces el gol de Griezmann yendo abajo primero y volando hacia el otro lado después. Poco más trabajo tuvo el extremeño, escoltado por dos escuderos de lujo como Bernardo y Luis Hernández y por el trabajo de desgaste del resto de sus compañeros.

Exhibición del bloque

Miraba Halilovic el partido en la primera parte como quien ve emigrar a las golondrinas o una exhibición de la Patrulla Águila. Levantaba la vista y permanentemente observaba un objeto amarillo sí identificado (balón) que pocas veces se dirigía hacia él. Y cuando lo veía aproximarse, en mitad de la trayectoria se colaban las cabezas de Tiago o Godin para nublarle la visión e impedirle contactar con la pelota.

Sabía Halilovic que aquel no iba a ser un partido propicio para ofrecer un recital de juego. Sólo dos veces, dos, le buscaron y le encontraron sus compañeros en la primera mitad. En una recibió un pase de Jony demasiado atrás como para continuar el contrataque, pero dejó un recorte primoroso. En la otra, protagonizó la gran ocasión, no ya del Sporting sino del partido. Álex Menéndez había enviado el balón en profundidad para Jony, que la puso atrás para que el pequeño jugador croata disparara a colocar y provocara una fantástica parada de Oblack.

Este no era un partido para estrellas. Era un partido para que el colectivo, en general, se llevara todos los aplausos. Porque mientras Halilovic sufría, unos metros más atrás dos compañeros disfrutaban como dos niños en el parque de atracciones. Bernardo y Luis Hernández dieron otra exhibición de poderío defensivo espectacular. La prueba se refleja en un dato: el Atlético de Madrid colgó, solo en la primera mitad, 23 balones al área. Ninguno de ellos generó una verdadera ocasión de peligro. La mayoría los despejaron los centrales sportinguistas, que parecen tener imán.

Para dar más mérito a la proeza que rozó el Sporting, el equipo de Abelardo jugó mermado. Ya le faltaban dos teóricos titulares como Sanabria y Canella, a lo que se sumaron en los primeros minutos Sergio Álvarez y Guerrero, cayendo lesionados en sendas jugadas nada violentas. Pero el Sporting siguió dando la cara.

En la segunda mitad se mantuvo el guión, aunque el Sporting se estiró un poco más que en la primera. El Atlético apenas podía hacer más que disparar desde fuera del área o colgar balones desde donde fuera, para encontrarse siempre con Bernardo, Luis Hernández o Cuéllar. Los colchoneros estaban desquiciados.

Cuando el punto ya se celebraba, llegó la desgracia. Una falta colgada desde el mediocampo, una peinada de Godin y un toque de cabeza sutil de Griezmann ante la salida de Cuéllar dejó sin premio a un Sporting que debe levantar la cabeza, por dura que haya sido esta derrota. Porque la imagen en el Vicente Calderón fue para quitarse el sombrero.

David González

David González

Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00